Diputados turcos dan plantón a la Eurocámara al no poder intervenir

Los 12 diputados turcos invitados ayer a la sesión extraordinaria sobre la ampliación de la UE no acudieron a la Eurocámara en protesta porque no se les concedió el uso de la palabra, un dato más de la polémica sobre el posible ingreso de Turquía en la UE. Hoy, la Cámara votará una enmienda apoyada por los conservadores para que Ankara tenga un estatuto de "asociación especial" con la Unión, sin llegar a miembro de pleno derecho.

"No han venido porque no les dieron el derecho a tomar la palabra", dijo el portavoz de la Embajada turca ante la Unión. Los presidentes de los grupos políticos de la Eurocámara habían acordado que en la sesión de ayer, celebrada en Estrasburgo, participaran más de 200 diputados de los países candidatos, pero sin que los turcos tuvieran derecho a intervenir.

En el curso del debate, en el que intervinieron representantes de los otros 12 países candidatos, el presidente de turno de la UE, el danés Anders Fogh Rasmussen, señaló que Turquía debe ser tratado "como los demás candidatos" a la hora de exigirles que cumplan las condiciones de acceso, mientras el de la Comisión, Romano Prodi, reconoció que la adhesión turca sigue siendo una cuestión "abierta", por ejemplo, en el seno del Partido Popular Europeo (PPE), mayoritario en la Eurocámara. Su líder, el alemán Hans-Gert Poettering, admitió que su grupo está "dividido" al respecto.

Esa división quedó patente la pasada semana, cuando en una reunión interna se votó para apoyar o no una propuesta del también conservador alemán Markus Ferber, según la cual la UE debe poner en marcha "una estrategia revisada de apoyo a Turquía que incluya una detallada evaluación de cómo desarrollar la relación Turquía-UE a partir de una asociación especial en la que tanto la UE como Turquía reconociesen su importancia mutua". Es decir, portazo a Ankara a cambio de una relación de asociación especial.

Un error en 1999

La propuesta será votada hoy en pleno como enmienda a un informe sobre la ampliación redactado por el alemán Elmar Brok (PPE), que la semana pasada ya dijo que fue "un error" admitir en 1999 a Turquía como candidato.

En el PPE, la propuesta fue apoyada por los conservadores alemanes e italianos, entre otros, pero no por los españoles. Alejo Vidal-Quadras (PPE), vicepresidente del Parlamento, que se entrevistó la pasada semana con el nuevo líder turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó ayer que sería "una miopía histórica" cerrar las puertas de Europa a Turquía.

Con estas diferencias, la discusión abierta hace 15 días por el presidente de la Convención, Giscard d'Estaing, con sus criticadas manifestaciones contra la adhesión de Ankara, crece a medida que se acerca la cumbre de Copenhague, donde los líderes de la Unión decidirán el 12 y 13 de diciembre si dan o no un horizonte temporal para iniciar las negociaciones de ingreso con Turquía.

La mayoría de países se inclina hoy por fijar una fecha en 2003 o 2004 para que sea entonces cuando se determine el día para empezar a negociar. Es la fórmula bautizada ya como "una fecha para una fecha".

La polémica en el Parlamento coincide además con las entrevistas que hoy mismo tiene previsto celebrar Erdogan con Prodi y con el presidente de la Eurocámara, Pat Cox, que censuró a Giscard d'Estaing por sus comentarios contra Ankara. Erdogan ya se ha entrevistado estos días con los jefes de Gobierno de Italia y España, Silvio Berlusconi y José María Aznar, respectivamente, que se han mostrado a favor de que la cumbre de Copenhague envíe una señal positiva a Ankara. Posiciones similares mantienen los Gobiernos británico y alemán.