El juicio del secuestro de Olot podrá emitirse en directo por televisión

Cuando se cumplen 10 años exactos del secuestro de la farmacéutica de Olot Maria Àngels Feliu, se ultiman los preparativos para el juicio oral que, dentro de una semana, sentará en el banquillo de los acusados a ocho imputados para los que la fiscalía solicita penas entre 20 y 22 años de cárcel. Uno de los aspectos más llamativos de este juicio, que ha despertado una enorme expectación, está en la posibilidad de que los medios de comunicación dispongan de señales de audio y vídeo en directo de todo lo que acontezca en la sala de la Audiencia de Girona.

Alguna televisión de ámbito local o regional considera la posibilidad de emitir en directo gran parte del juicio, mientras que otras cadenas de mayor cobertura no renunciarán a las conexiones en directo.

Feliu afronta el juicio con cierta "angustia", pero con la convicción de que es un paso necesario para conseguir el "anonimato" que tanto desea, según explicó ayer su letrado, Carles Monguilod. El letrado explicó que la acusación particular que ejercerá en nombre de Feliu no se perderá en los pormenores de la participación en el juicio de cada uno de los implicados, al entender que, al tratarse de una trama, todos tenían una función concreta que hizo posible el secuestro más largo cometido en España por delincuentes comunes. Feliu ha tenido un gesto de benevolencia a la hora de acusar a sus secuestradores. A diferencia del fiscal, no acusa a Xavier Bassa ni a Joan Casals, primeros detenidos por el secuestro, ni a Montserrat Teixidor, esposa de Ramon Ullastre, uno de los supuestos cerebros del secuestro y propietario de la casa en la que se construyó el zulo. Feliu estima que no hay suficientes pruebas contra ellos y prefiere no tener sobre la conciencia la posibilidad de acusar a un inocente. Feliu rebaja también en 4 años la petición de 20 del fiscal a Sebastià Comas, Iñaki, en reconocimiento por que decidiera liberarla al final de sus 492 días de cautiverio.

Sí coincide con el fiscal la pena (22 años) solicitada para Antoni Guirado, el policía local de Olot que supuestamente eligió a Feliu como víctima. Tanto la fiscalía como la acusación particular piden 20 años de cárcel para Ramon Ullastre, José Luis Paz y Juan Manuel Pérez Funes.

Pese a que la Audiencia tenía problemas para localizar a algunos de los testigos que deben intervenir en el juicio, entre ellos el confidente policial Francisco Evangelista, parece que la mayoría comparecerá ante el juez. Evangelista es un testigo clave contra Casals y Bassa, puesto que la implicación de estos dos acusados se sustenta básicamente en las acusaciones vertidas por ese testigo. El letrado de Feliu no concede ninguna credibilidad a Evangelista, contra quien tiene interpuesta una demanda por difamación de su defendida en un programa de televisión.

Monguilod explicó ayer que, en principio, no piensa oponerse a la difusión audiovisual del testimonio de su cliente. El presidente de la Audiencia de Girona, Fernando Lacaba, ha sido siempre un acérrimo defensor de la publicidad de los juicios y de facilitar la tarea de los medios de comunicación.