El número de matrimonios católicos se reduce en beneficio de las uniones civiles en Cataluña

Aunque sigue siendo mayoritario, el matrimonio católico anda de capa caída en Cataluña. O al menos así lo indica el estudio realizado por el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat), según el cual las uniones matrimoniales celebradas por la vía exclusivamente civil no han dejado de ganar terreno en los últimos 15 años al pasar del 23,9% del total en 1986 al 37,1% en 2001. La edad media de los cónyuges ha experimentado, en el mismo período, un incremento de cuatro años, y se han situado en los 31,7 años en el caso de los hombres y en los 29,4 en el de las mujeres.

Con un descenso general del 3,9% respecto al año anterior, Cataluña registró en 2001 un total de 30.442 uniones matrimoniales. La mayor parte de ellas (62,4%), como se ha dicho, se formalizó a través de la Iglesia católica, mientras que las de carácter estrictamente civil alcanzaron el 37,1%. Sólo en 2001, las primeras registraron un descenso del 9,9% y las segundas un incremento del 8,3%. Por comarcas, el Solsonès (77,1%), la Terra Alta (76,6%), el Pla d'Urgell (76,1%) y la Noguera (75,4%) son las que registraron un mayor índice de matrimonios católicos, mientras que la Val d'Aran (50%), la Cerdanya (47,2%), el Alt Empordà (44,1%) y el Barcelonès (42,5%) lograron elevadas tasas de uniones civiles. Las uniones por otras religiones o ritos sólo suponen el 0,5% del total.

El estudio del Idescat ha sido realizado con los datos obtenidos a través de las oficinas del Registro Civil y nada dice, por tanto, de las causas de la evolución de la institución matrimonial en Cataluña.

La fría estadística registral también revela un aumento del número de matrimonios mixtos; es decir, los que se celebran entre españoles y extranjeros, aunque ese incremento es más apreciable en el caso de las uniones entre hombres españoles y mujeres extranjeras (4% del total) que al revés (2,6%).

Casi la mitad (42,7%) de los catalanes -o residentes en Cataluña- que se casaron con extranjeras lo hicieron con mujeres procedentes de América del Sur, singularmente de Colombia. La mayoría de catalanas -o mujeres residentes en Cataluña- que se casaron con extranjeros lo hicieron con hombres originarios de alguno de los países de la Unión Europea (35,5%).

Crece también, tanto en el caso de los hombres (4,1%) como en el de las mujeres (4,8%), el número de personas (viudas y sobre todo divorciadas) que se casaron en segundas, terceras o más nupcias.

Pese al incremento de la edad media de los contrayentes, casi la mitad de las personas que se casaron en Cataluña en 2001 tenían entre 25 y 29 años, y una de cada cuatro tenía entre 30 y 34.

En Cataluña, la gente, por lo demás, sigue casándose en verano: septiembre, junio y julio, son los meses que registraron un mayor número de uniones; enero y febrero, los que menos.