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Un libro evoca al arabista y rector Salvador Vila

La memoria del insigne arabista Salvador Vila, catedrático de Instituciones Islámicas en la Universidad de Granada, desapareció de manera atropellada tras el levantamiento del bando franquista en 1936. Su retrato desapareció del salón de rectores de la Universidad a pesar de que, durante unos meses, ocupó la máxima representación académica. ¿Motivo? Las circunstancias políticas que también envolvieron a la Universidad de Granada y que condujeron a Vila frente al pelotón de fusilamiento.

La Universidad ha querido rememorar ahora la memoria del arabista con la publicación de El Renacimiento del Islam, un libro muy importante escrito por Adan Mez y traducido por Vila. El estudio es un amplísimo recorrido por la cultura islámica, desde la época del imperio a los príncipes, pasando por la corte y los califas, y que analiza detalladamente aspectos como el comercio y la navegación. La obra, que apareció pocos meses antes del fusilamiento de Vila, editada por las escuelas de Estudios Árabes de Granada y Madrid, supuso entonces una novedad extraordinaria.

El volumen, de 650 páginas, no se había reeditado. Ahora aparece en formato de facsímil y cuenta con el prólogo que Mez preparó para la edición alemana. El texto va precedido de un estudio de Inmaculada Cortés Peña y Mercedes del Amo Hernández en el que ambas analizan los dos años que el catedrático pasó en Granada hasta su trágica muerte.

La aparición de la traducción de Vila se produce unos meses después de que la Universidad de Granada reivindicara abiertamente la memoria de su rector en 1936 y de su catedrático de árabe. Vila nació en Salamanca en 1904, hijo de un abogado. En 1926 fue deportado a las islas Chafarinas junto con Luis Jiménez de Asúa, Francisco Cossío y Arturo Casanueva. Fue un hombre de principios democráticos, republicano y de izquierdas, aunque no se tiene constancia de que militara en alguna formación de tal ideología.

Vila llegó a Granada a comienzos del año 1934 después de que ganara la cátedra de Instituciones Islámicas. Hasta 1936 su actividad se circunscribió al ámbito profesoral de la facultad de Filosofía y Letras hasta que en 1936 fue elegido como miembro de la Junta de Gobierno de la Universidad, puesto desde el cual accedió al rectorado poco tiempo después. Las algaradas estudiantiles después de que el Gobierno acordara la suspensión de los exámenes de la convocatoria de junio pusieron a Vila en un duro compromiso. Pero su asesinato está vinculado claramente a sus simpatías progresistas. Vila fue sustituido por Antonio Marín Ocete, que permaneció como rector hasta 1951.

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