Nadie puede con la Real y el Mallorca
El equipo donostiarra deja una huella magnífica en el Bernabéu y es el único invicto de la Liga - El Mallorca gana en Santander y encadena siete triunfos consecutivos - El Atlético vence en Montjuïc y ya tiene los mismos puntos que el Barça - El Betis supera a última hora al Celta
Como el fútbol es una montaña rusa, seis meses después de agonizar al filo de Segunda, la Real Sociedad y el Mallorca se han convertido en los grandes animadores de esta Liga. Su maquillaje ha sido total y hoy día no hay quien les intimide. La Real, tras dejar huella en el Bernabéu, es el único invicto de la Liga, ha sellado el mejor arranque de su historia y hasta ayer era el único equipo que había marcado en todos los encuentros. El Mallorca, que también sacó pecho en El Sardinero, es un cohete: lleva siete triunfos consecutivos, toda una hazaña, aunque el récord absoluto aún le queda lejos -el Madrid encadenó 15 victorias seguidas en la temporada 60-61-. A uno y otro equipo les une haber cambiado de entrenador a finales del pasado curso. Desterrados los tiempos estruendosos y militarizados de John Toshack, uno, y Bern Krauss y Sergio Kresic, otro, ambos apostaron por dos técnicos más paternales, dos entrenadores poco dados a las estridencias y con aire universitario: a Raynald Denoueix le distingue su vocación pedagógica, con la que alumbró en la gran cantera del Nantes a jugadores como Desailly y Deschamps; Gregorio Manzano, maestro titulado y psicólogo, aguantó firme en el diván el chaparrón inicial, cuando el Mallorca sumó tres derrotas en los tres primeros partidos de esta temporada. Ayer, tras su triunfo en Santander, dio una pista de lo que encumbra a su equipo: "El Mallorca es un cuerpo en el que Ibagaza es la mente, Novo y Riera son los brazos y Nadal es la base". Una anatomía perfecta, al menos por ahora.
El otro gran aliciente de la Liga es frenar a la Real. Tampoco pudo el Madrid de Ronaldo y Raúl, al que tuvo contra las cuerdas hasta el tramo final. En una plaza tan complicada, el líder expuso todas sus virtudes, que son muchas. Jugó con enorme entereza, con serenidad, con control y mucha sabiduría. Todos y cada uno de sus jugadores han crecido un peldaño respecto a otras campañas y se mueven con un convencimiento extraordinario. El Madrid lo comprobó en directo y hasta la salida de Zidane, en el último trecho, estuvo a merced de la Real, que por momentos empequeñeció al campeón de Europa. La mejor noticia para el Madrid, al margen de rescatar un punto, fue el aplomo de Helguera y Pavón, que ayudaron a barrer su portería. Un buen examen de cara al primer clásico anual de todos los clásicos. Los focos ya calientan el Camp Nou, pero que nadie olvide otro reto: ¿Quién se atreve con la Real y el Mallorca?
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.