Billar en Las Vegas

Acaba de recibir el Premio Ondas al mejor cantante español y sólo tiene un disco en el mercado, '¿Qué pides tú?', del que ha vendido más de 600.000 copias. Nació en Vitoria, pero vive en San Sebastián (Guipúzcoa). Y durante su gira ha recorrido España en más de 100 conciertos. ¿Con qué lugares se queda?

La Coruña me gustó mucho porque me recordó a mi ciudad. También Barcelona, grande, cosmopolita y con mar. Y, por último, las Canarias, por su clima, que me llama mucho.

¿Qué destino recomendaría?

Por ejemplo, Zarautz, en la costa de cerca de Donosti. Creo que quien no lo conozca debería ir. A mí me trae recuerdos, ya que solía ir a las fiestas en septiembre. Es un pueblo muy bonito e ideal para descansar. Además organizan uno de los mejores campeonatos de surf que se pueden ver en España. También recomendaría el pueblo de Sort, en el Pirineo catalán. Solía ir allí de vacaciones.

Aparte de haberse recorrido España, ¿ha viajado mucho al extranjero?

No, la verdad. He estado en el Disneylandia de Florida y en Nueva York con mis padres cuando era muy pequeño. Pero si hay un lugar que me ha impactado, y que también he conocido por trabajo, ha sido México.

¿Cuál fue la sorpresa que le tenía preparada México?

En primer lugar, la magnitud. Para un chico que vive en Donosti, el DF es un monstruo, enorme. He tenido que ir tres veces y lo que más me ha sorprendido siempre es las desigualdades que se ven por las calles. No hay término medio. O la gente tiene muchísimo dinero o se ve a niños que tienen que trabajar en las calles desde enanos. Las urbanizaciones más lujosas y los arrabales más pobres.

¿Y aparte de lo urbano?

Las pirámides de Teotihuacán. Me gusta mucho la historia. Son impresionantes.

Dejemos los destinos que conoció por trabajo... ¿No viaja nunca por ocio?

Sí. El primer viaje que hice solo en mi vida fue a Las Vegas. Estuve allí durante una semana en un campeonato de billar, que es una de mis pasiones. Tenía 19 años y era un poco rollo porque me echaban de todos los sitios, puesto que allí hay que tener 21 para poder hacer infinidad de cosas. Pero fue alucinante. Como meterse en una película. Estuve una semana en mi salsa, con mis amigos del billar.