Miles de jóvenes de toda Europa asisten a la gala
A las 19.15 horas se abrió el Palau Sant Jordi, convertido ya en un plató de televisión. Pasar por detectores de metales y vaciar el bolso antes de entrar eran algunos de los requisitos que cumplir, lo que retrasó considerablemente el acceso. Una vez dentro, quedaban otras dos horas antes de empezar el espectáculo. Para animar la espera, dos pantallas de vídeo emitían la programación de MTV y podían contemplarse los últimos ensayos antes del espectáculo. Un escenario inmenso ocupaba parte del interior del Sant Jordi. Una pantalla gigante servía de fondo al escenario, con una decoración -juegos de luces y figuras- a medio camino entre las fantasías de Gaudí y objetos de la naturaleza.
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