Los nuevos promotores de Tablada prevén la construcción de un gran parque y 15.000 viviendas

Las ocho grandes constructoras que adquirieron hace un año los terrenos de Tablada por más de 81 millones de euros diseñan ya el proyecto de urbanización que quieren desarrollar en las 356,8 hectáreas de la dehesa. La que sería la mayor operación urbanística de Sevilla tras la Expo 92 incluye, según el dibujo de los promotores, un gran parque de entre 150 y 200 hectáreas y la construcción de unas 15.000 viviendas. El proyecto se enfrenta a la voluntad del Ayuntamiento de Sevilla que, para liderar la decisión sobre los usos futuros de Tablada, tiene la firme intención de iniciar la expropiación de los terrenos, rústicos e inundables, en diciembre, una vez aprobado el avance del PGOU

Hace estos días un año que las cajas de ahorro con sede en Sevilla, Caja San Fernando y El Monte, culminaron la venta de las 356,8 hectáreas de la dehesa de Tablada por un precio final de cerca de 82 millones de euros (entonces todavía eran 13.600 millones de pesetas).

Aquella inmensa superficie de terreno, la gran bolsa de suelo al sur de la capital hispalense, calificada urbanísticamente como rústica e inundable, pasó a manos de ocho grupos inmobiliarios, que adquirieron las diferentes fincas que componen la dehesa entre todos, con un porcentaje de propiedad indivisa de cada grupo en cada finca. Esos gigantes y sus porcentajes de participación en la operación son: Grupo de Luis Alarcón, con el 6,5%; Idisa, con el 9,4%; Expoan, con el 14,1% -estos tres de capital sevillano-; Osuna, de Granada, con el 25,7%; Sando, de Málaga, con el 8,5%; Prasa, de Córdoba, con el 14,9%; y Level y San José, empresas nacionales, con el 7,7% y el 4,2% respectivamente.

Doce meses después, amainada la tormenta que aquella operación causó en la coyuntura de la salida de las cajas de Isidoro Beneroso y Juan Manuel López Benjumea, sus anteriores presidentes; los nuevos propietarios de Tablada mueven ficha para, ante la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), promocionar el proyecto urbanístico que defienden para la dehesa.

Los ocho grupos se han asociado en una agrupación de interés económico, llamada Tablada Hispalís. Constituida en febrero de este año, la entidad tiene el objetivo de dibujar en esa gran superficie una ciudad modelo, con viviendas, espacios libres y equipamientos; la urbe del siglo XXI; 'un espacio que merezca que el visitante mande postales de su estampa', según explica uno de los gestores del proyecto.

Para definir ese horizonte urbano, Tablada Hispalis convocó este año a cinco equipos de arquitectos para que, con determinadas condiciones y contenidos, realizaran su propio boceto. En la iniciativa han participado los sevillanos Antonio González Cordón y Francisco Barrionuevo, el malagueño Salvador Moreno Peralta, el madrileño Luis González Avial y el barcelonés Oriol Bohigas.

Todos las aportaciones contemplan un espacio dominado por un gran parque, de entre 150 y 200 hectáreas; en el que se construirían grandes equipamientos públicos; con espacio para unas 15.000 viviendas; y en el que se contempla hasta la futura llegada del metro.

Sin embargo, la ciudad modelo ideal y futurista que los promotores sueñan construir en Tablada choca con varios obstáculos. En primer lugar, las 356,8 hectáreas son inundables. Los representantes de Tablada Hispalís AIE aseguran estar dispuestos a soportar la construcción de nuevas defensas hidráulicas, tanto en su margen del río como en la contraria, a la altura de Coria y Gelves. Además, señalan que el crecimiento histórico de Sevilla pasa inevitablemente por la lucha contra la corriente del Guadalquivir.

La batalla política

Un segundo problema es la difícil rentabilización de un proyecto que, además de los elevados costes de compra del suelo, suma los de defensa del río, creación del parque y urbanización de calidad; aunque en este apartado también los promotores aseguran tener bien calculada la viabilidad de su proyecto.

Por último, quizás el mayor problema con el que cuenta este nuevo intento por urbanizar Tablada es la batalla política que se libra sobre la dehesa desde la entrada en su propiedad de las cajas sevillanas, allá por 1997. La actual Corporación municipal, en plena revisión del PGOU, defiende la expropiación de la zona. El delegado de Urbanismo, el andalucista Rafael Carmona, que anunció el inicio de la expropiación una vez aprobado el avance del PGOU, el próximo diciembre, quiere convertir toda la dehesa en un parque periurbano con equipamientos, y sólo hipotéticamente y en muy pequeña cantidad admite posibles usos residenciales. Así, los promotores son conscientes de que no lograrán nada sin el consentimiento municipal y como saben que será difícil de conseguir, dicen que ya se han puesto a ello.