Franz Wittenbrink fusiona Mozart y Shakespeare para hablar del amor
Cuando Franz Wittenbrink estrena en Europa central, las miradas de los más exigentes degustadores de rarezas músico-escénicas se vuelven hacia él. En su visita a Madrid, dentro del Festival de Otoño, ofrece El sueño de una noche de verano, montaje con piezas y arias de ópera de Mozart sobre la obra homónima de William Shakespeare, en el que se habla del amor.
Wittenbrink es un ecléctico artista de culto que cuenta con incondicionales seguidores en Austria y Alemania. El proyecto que hoy se estrena en el teatro de La Abadía (donde permanecerá hasta el sábado) es una producción de la Academia Europea de Música, creada por Stéphane Lissner, en la que participan los solistas de esta institución.
Wittenbrink, que estudió piano, violonchelo, órgano, trompeta, composición y canto, parece haber superado la etapa en la que se negó a participar en la vida cultural y ejerció, entre otros trabajos, de camionero y fabricante de pianos. Ha participado en grupos de soul, reggae y jazz y ha sido director de orquesta del Teatro Nacional de Mannheim, momento desde el cual queda definitivamente ligado al mundo escénico. Se ha dicho que Franz Wittenbrink ha creado en las dos últimas décadas un nuevo género teatral basado en una fuerte dosis de actuación, pero sin palabras, sólo con música o con canciones que, en muchas ocasiones, el público corea junto con los intérpretes.
El sueño de una noche de verano. Teatro de La Abadía (Fernández de los Ríos, 42). 20.30. 18 euros.
