Nueva York quiere recuperarse de su tragedia organizando los Juegos de 2012
La ciudad de los rascacielos, que distribuirá las pruebas en un radio de 32 kilómetros, derrotó a San Francisco, también en crisis - El estadio olímpico se edificaría cerca del World Trade Center
La gente sigue llorando en el cuadrado de las calles Vesey, West, Church y Liberty. En medio hay un cráter. Desde aquel 11 de septiembre de 2001, la ciudad no es la misma. No es la misma la ciudad, ni sus vecinos, ni sus turistas. Parece que sobre la otrora orgullosa Nueva York flotara un maleficio.
La designación de Nueva York como candidata norteamericana a los juegos Olímpicos del año 2012 ha sido una de las pocas buenas noticias en 14 meses.
Nunca la primera capital del mundo había presentado la candidatura a unos Juegos Olímpicos. Acostumbrados a vivir diariamente un pandemonio, a los neoyorquinos les repelía profundamente un lío más. La situación cambió drástica y trágicamente después del 11 de septiembre de 2001.
Neoyorquinos tan alejados de cualquier exhibición muscular, como Woody Allen, apoyan que los Juegos Olímpicos tomen Manhattan. Junto a Allen, Robert de Niro, Jerry Seinfield y Bill Crystal. Esta vez los comediantes de Nueva York derrotaron a los californianos George Lucas y Robin Williams, que apoyaban a San Francisco, otra ciudad en el psiquiatra, ésta por la caída de las empresas tecnológicas que allí se albergan. Precisamente, el estadio de la Universidad de Stanford, cerebro de Silicon Valley, se iba a aprovechar como estadio olímpico.
'Estados Unidos no es el lugar más popular de la tierra en estos momentos', dijo George Hirthler, director de comunicación de San Francisco, la candidatura derrotada. 'Esto es especialmente cierto en el movimiento olímpico. No será fácil que Estados Unidos se adjudique los Juegos de 2012'.
Por el lado de la alternancia de continentes, sí tiene posibilidades, tras los Juegos veraniegos de Sidney 2000 (Oceanía), Atenas 2004 (Europa) y Pekín 2008 (Asia). En contra de Nueva York juega que Estados Unidos ha organizado muchos Juegos, y se tiende a llevarlos a lugares inéditos. Aún es pronto para África, pero ahí está la precandidatura de Río de Janeiro (Brasil), que intenta conseguir los primeros Juegos de un país suramericano. También es cierto que la considerada capital del mundo nunca los ha hospedado.
Hasta el año 2005, el Comité Olímpico Internacional (COI) no decidirá la sede de los Juegos del 2012. Si la decisión dependiera de las web, no habría discusión: triunfo absoluto de Nueva York.
Aparte de que la página de NY2012 está en nueve idiomas, incluye una completa información del lugar de cada sede deportiva, en la llamada Olympic X, y sus transportes. Un transbordador rápido, de norte a sur, y un ferrocarril de este a oeste, aparte del metro, conectan todas las instalaciones deportivas, distribuidas en un radio de 32 kilómetros. Central Park sería la sede del triatlón (carrera, natación y bicicleta), el Yankee Stadium, la sede del béisbol, y el Madison Square Garden, la de gimnasia y lucha.
En la clasificación de los precandidatos según su web, en el extremo opuesto a Nueva York estaría Sevilla, Ayuntamiento que no tiene ni web oficial operativa. En el caso de la página madrileña, casi todo lo deja para cuando el Comité Olímpico Español se decida entre las dos candidatas españolas.
El estigma del 11S en Nueva York ha comportado que la tradicional oposición a unos Juegos sea menor que nunca. Las críticas se centran en las dos grandes operaciones inmobiliarias: la Villa Olímpica, situada en Queens, que posteriormente se vendería troceada en 4.400 apartamentos de lujo, y, especialmente, el estadio olímpico, en un espacio medio abandonado de Manhattan, junto al río Hudson. Costaría 1.000 millones de dólares, y sería la futura sede del equipo de los Jets y un centro de convenciones.
Las asociaciones del barrio se oponen a la obra porque desplazaría al vecindario y les llevaría problemas que ahora no tienen: tráfico, ruido y contaminación. Aparte vendría la subida de impuestos. A la factura de los Juegos, de 6.500 millones de euros, se añade el déficit que arrastra la ciudad, que supera aquella cifra.
Pero hay que ser positivo. El actor Bill Crystal dio argumentos decisivos para votar a Nueva York y no a San Francisco. 'Nosotros ya tenemos a los turistas aquí. Respecto a los atletas, todos podrían regresar a su país con medallas y rolex falsos'.
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