'Especular con el suelo puede evitarse'
El arquitecto bilbaíno Carlos Lázaro es presidente del Colegio de Arquitectos de Vizcaya y de la asociación interprofesional de la construcción Erailur, que agrupa a constructores, promotores, arquitectos y aparejadores. Este mismo mes está previsto que se presente una comisión homóloga de Erailur en Álava.
Pregunta. ¿No falta en la asociación alguna representación ciudadana, teniendo en cuenta el coste tan desmesurado de las viviendas?
Respuesta. Nosotros hicimos un análisis de por qué el precio es tan caro y la conclusión es que el suelo grava demasiado. Sin embargo, lo que nos preocupaba es dejar claro lo que se lleva cada uno de este pastel. Nuestro objetivo es que los edificios sean siempre mejores. Ya está la asociación de consumidores, que funciona muy bien.
P. ¿Cómo están las viviendas?
R. El Gobierno vasco está intentando hacer una evaluación del parque de viviendas. Nosotros observamos que la gente no dedica a su casa, en la que se empeña toda la vida, la misma atención que a su vehículo. No hay una cultura del cuidado de la vivienda y ése es un reto. A veces, las casas tienen problemas serios porque no se han cuidado lo suficiente.
P. Alguna responsabilidad tendrán quienes han intervenido en el proceso de construcción...
R. Hasta 2000, la responsabilidad recaía en el arquitecto y el aparejador porque el promotor y el constructor desaparecían en el 95% de los casos. Actualmente, cada agente que interviene tiene su responsabilidad, incluido el usuario.
P. ¿Hay alguna forma de frenar la especulación?
R. La Administración tiene mecanismos para evitar la especulación del suelo. El suelo no está lo suficientemente gravado y ahí se oculta cantidad de dinero no declarado, por lo que no genera ninguna riqueza y las plusvalías que crea son ridículas. Fiscalmente, hay que meter mano al suelo. El Gobierno vasco, desde que está IU, ha tomado iniciativas como airear las viviendas libres, mantener las de VPO para que no se pueda especular, etcétera. Nosotros hemos propuesto que se proteja a las personas y no a las edificaciones.
P. ¿Cómo se puede resolver esta situación?
R. Es compleja, pero tiene que haberla. Hasta ahora se construían viviendas, pero no había una política de vivienda que solucionara los problemas de todos y eso es lo que hay que buscar, un marco en el que las viviendas sociales puedan tener un desarrollo fácil, rápido. Eso sí, la política de vivienda no se puede cambiar cada tres años.
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