'Nunca permitiremos a nadie separar Taiwan de China'
Los logros económicos han desatado una ola de nacionalismo en China, que se centra en la reunificación con la llamada isla rebelde. Jiang Zemin realizó ayer un llamamiento a las autoridades de Taiwan para entablar negociaciones 'lo antes posible' y poner fin a las disputas políticas que separan a los chinos de uno y otro lado del estrecho de Formosa. Jiang se permitió incluso una velada amenaza a EE UU, principal aliado de Taipei: 'Nunca permitiremos a nadie separar a Taiwan de China', frase que arrancó el aplauso de los delegados.
En el discurso inicial, Jiang pidió a Taiwan que observe el 'bienestar' de Hong Kong y Macao, que en 1997 y 1999, respectivamente, volvieron a la madre patria para beneficio de todos. 'La cuestión no puede arrastrarse indefinidamente', dijo al insistir en la necesidad de establecer lazos directos en el transporte aéreo y marítimo, las comunicaciones y el comercio.
Taiwan tiene una inversión total en China superior a los 100.000 millones de euros y este año ha desplazado a Hong Kong como primer inversor. Esto convierte a los rivales políticos, que se enfrentaron en una guerra civil que terminó en la victoria comunista de 1949 y la huida de los nacionalistas a Taiwan, en socios económicos. Pero Taipei, celosa de dar facilidades que puedan convertirse en moneda de presión, pone trabas a la inversión e impide, entre otros, el comercio directo. Las trabas se han relajado al permitir Taiwan que las inversiones inferiores a 50 millones de euros, la mayoría de los proyectos, se realicen sin permiso del Gobierno, pero los comerciantes tienen que hacer todos sus negocios a través de Hong Kong, lo que les roba mucho tiempo y dinero.
Desbloqueo
Fuentes de la representación taiwanesa en Madrid no descartan que se produzca el 'desbloqueo' de las negociaciones poco después de la renovación de la cúpula dirigente china que debe realizarse en este congreso. En 2004 habrá elecciones presidenciales en Taiwan y la mayoría de la población quiere los lazos directos con el continente, por lo que la medida reportaría una buena cantidad de votos a Cheng Shuibian, que se presenta a la reelección. 'Sin embargo', añaden las fuentes, 'las nuevas autoridades chinas tendrán que hacer concesiones, gestos que demuestren su buena voluntad'.
Taiwan, con 21 millones de habitantes y una de las rentas per cápita más altas del mundo, se siente prisionero de China en el ámbito internacional, porque Pekín impuso su expulsión de Naciones Unidas, además de impedir a un país mantener relaciones diplomáticas con las dos capitales e incluso que el Gobierno de Taiwan viaje a los países que tienen relaciones con Pekín. Jiang brindó ayer una ramita de olivo a Cheng Shuibian al ofrecer discutir 'el espacio internacional en el que la región de Taiwan puede conducir sus actividades económicas, culturales y sociales'.
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