Taxis en Barajas
Lo primero (o casi) que un turista ve nada más llegar a Madrid es el aeropuerto de Barajas. Luego coge un taxi o el metro. En el caso que me ocupa, yo llegué a las 23.30 a Barajas en un vuelo internacional. Nada más llegar, y mientras esperábamos 15 minutos para coger un taxi, para entretenernos, pudimos observar cómo unos señores (alguno incluso con corbata) situados en las puertas de salida de la terminal intentaban capturar a los pobres turistas con cara de extranjeros ofreciéndoles su 'servicio especial de taxi'.
Pero lo mejor te toca a ti, al turista con cara de español (tez morena, pelo negro), que después de esperar 15 minutos ves cómo algunos denominados 'profesionales del taxi' te hacen parecer transparente, ya que no tienes nada bueno para algunos de ellos: ni rasgos externos de extranjero ni muchas maletas. Resultado: correr de un lado a otro intentando tomar un taxi. Cuando pruebas a entrar en un taxi y vas a dejar la maleta grande en el maletero, él comenta amablemente (gritando) a tu mujer: '¿Adónde vas con la bolsa dentro del taxi, que me lo estropeas'. La bolsa en cuestión es una mochila pequeña con la cámara de fotos, y debe de ser que están prohibidas en el habitáculo de ese taxi.
Cuando mi mujer intenta sentarse, el taxista llega incluso a forcejear con ella para que no se siente. Ella no llega a entrar en el taxi y el taxista cierra la puerta, sigue y se va a toda velocidad 20 metros más arriba, donde puede capturar algún 'no español'. Finalmente, otro verdadero 'profesional del taxi' nos coge; éste sí nos deja meter la mochila en el habitáculo y nos podemos ir a casa.
Mis preguntas: ¿quién se encarga de controlar a estos 'incontrolados' (AENA, la Comunidad o el Ayuntamiento)? ¿Éste es el servicio que se recibe por pagar cuatro euros de suplemento? ¿Ésta es la imagen que nuestros políticos quieren dar de Madrid?
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