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Dos muertos y dos heridos por dos bombas en Pontevedra

Interior ignora el móvil y no descarta ninguna hipótesis

Luis Ferreira Pérez, de 43 años, apoderado del Citibank en Vigo, salía de su casa cerca de las ocho de la mañana con Óscar, su hijo de 12 años, que vio una extraña bolsa de basura a la entrada de la finca. Fue a cogerla para dársela a su padre y le explotó. Tiene un traumatismo en el abdomen con estallido intestinal y una herida en la córnea del ojo izquierdo. La metralla del artefacto explosivo fracturó la tibia izquierda del padre.

A las 9.15, Vicente Lemos Haya, jefe de producción de la factoría de Pescanova en Vigo, con turno de tarde, de 51 años, y su esposa Rosa Gil, de 53, salían de su domicilio hacia la casa de los padres de la mujer. Cuando habían arrancado el coche, Vicente Lemos vio una bolsa de basura sobre la verja y se apresuró a quitarla. La explosión mató al matrimonio.

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Las autoridades sólo se atreven a confirmar con cierta seguridad que por el modo de operar de los criminales no se trata de un acto de algún grupo terrorista y que los dos artefactos son obra de la misma mano. Las bolsas negras contenían un artefacto explosivo de fabricación casera y un enrevesado enigma para la policía. Las dos familias no tenían relaciones conocidas entre sí y estaban libres de toda sospecha para vecinos, amigos y compañeros de trabajo.

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