Policía Local de Granada
El 17 de octubre de 2002 empezaron las diligencias previas en el Juzgado número 1 de Granada por la denuncia que mi hijo y siete muchachos más tienen puesta al alcalde, señor Moratalla; al concejal señor Orta; al jefe de Policía, señor Donaire (cesado a consecuencia de estos hechos); a la Policía Local y a sus jefes por la brutal carga en la pasada Fiesta de la Primavera. Y, por ello, me gustaría que la opinión pública conociera algunos aspectos del incidente.
1. Fue la propia Policía Nacional en la comisaría del Campillo la que nos dijo a mi mujer y a mí: 'no reprochen nada a su hijo, él no tiene la culpa de estar aquí. Los locales han hecho una chapuza, no saben dónde tienen la mano izquierda. Lo han hecho tan mal que nos han llamado para actuar junto a ellos y nuestros jefes se han negado'.
2. En la audiencia que el señor Moratalla concedió a los jóvenes agredidos y a sus padres el 13 de abril de 2002, después de oírlos y manifestar que 'eran inocentes' y que habían sido detenidos 'por mala suerte', dijo al nuevo jefe de policía que les quitara la denuncia, a lo que éste respondió: 'ya no se puede, señor alcalde'. Entonces, el señor Moratalla nos prometió a todos los presentes: 'en ningún caso recurriremos las denuncias de ustedes'. Es curioso, porque el nuevo jefe de policía ha estado presionando a mi familia (llegó a llamar tres veces a mi casa en un mismo día) para que le quitara las ocho denuncias al Ayuntamiento; a cambio, él quitaba las de los cuatro detenidos. En abril no se podía quitar la denuncia, en julio sí. ¡Claro! Las próximas elecciones municipales.
3. En la carga de la Fiesta de la Primavera actuaron alumnos de la Policía Local. Eso explica que se negaran a identificarse ante el insistente requerimiento de los jóvenes. Todos llevaban las placas escondidas.
4. A Isabel P.B. la detuvieron en la Plaza de San Gregorio. A ella no le pegaron, pero sufrió un profundo maltrato psíquico por frases tan dignas de unos agentes de policía como 'estoy harto de las putas como tú, donde debes de estar es en la cocina y en la cama'. Como consecuencia de esto, sufre una grave depresión y ha denunciado estos hechos ante el Instituto Andaluz de la Mujer. La Policía Local de Granada es denunciada por malos tratos a una mujer. ¡Qué fuerte!
5. Los cuatro jóvenes detenidos fueron llevados al Palacio de los Córdova y allí, sin testigos, los masacraron a palos, sobre todo a Manuel C. al que, esposado, lo tiraron al suelo y ocho locales estuvieron pegándole patadas, escupiéndole, pisándole las gafas y amenazándolo con pegarle dos tiros.
6. Todos estos hechos están siendo investigados por el Defensor del Pueblo Andaluz y por el Español, por la Asociación de la Tortura de Madrid, por la Asociación pro Derechos Humanos de Andalucía, por la Asociación contra la Intolerancia y por Amnistía Internacional.
Y ante todo esto me pregunto: ¿quién nos defiende de los malos policías locales que, ante la impotencia de no poder hacer nada con los auténticos delincuentes, guardan su rabia contra inocentes jóvenes y emigrantes, escondiéndose en sus uniformes para abusar del poder y violar todo tipo de derechos humanos? ¿Qué intereses tiene el señor Moratalla para comulgar con ruedas de molino y no pedir responsabilidades ante estos hechos tan graves?
