Un libro con mucho juego parlamentario
El impacto de la reforma de la declaración de la renta de 1999 y el libro de Tributos que ha estado durmiendo en los despachos de Hacienda durante seis meses fue materia de un acalorado debate el pasado 2 de octubre en el Congreso. El diputado socialista Francisco Fernández Marugan preguntó al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, sobre el paradero del, a su juicio, 'libro oculto'.
El diario de sesiones de ese día refleja ese intenso debate. Francisco Fernández Marugán, con su peculiar estilo reposado, lanzó la pregunta: '¿Por qué oculta el Gobierno los datos del IRPF de 1999?'. 'Señor Montoro, el ejercicio del cargo no cambia a las personas, simplemente las muestra públicamente tal cual son. (...) En un acto claro de represión intelectual, ha dado órdenes de recoger, confiscar y prohibir la difusión y distribución' de este análisis. '¿Qué peligro entraña la lectura de ese libro? ¿ofende a alguien conocer esa información?, señor Montoro usted ha escrito conscientemente una página negra en el libro de la libertad (...), le diré que los libros no son herejes mudos', enfatizó el diputado en una intervención con alusiones a los tiempos de la censura que arrancó aplausos y gritos de 'muy bien' desde sus filas .
'Vaya soflama que ha lanzado usted, señor Fernández Marugán. Ahí queda eso', contestó el titular de Hacienda. 'El Gobierno ha informado con reiteración sobre el comportamiento del nuevo impuesto sobre la renta y sobre su aplicación en dos ocasiones en la Comisión de Economía de esta Cámara', añadió.
Marugán le interrumpió entre rumores: 'Es una pregunta sobre el libro'. La presidenta de la Cámara, Luisa Fernanda Rudi, terció: 'Señor Fernández Marugán, ya ha consumido su turno'.
Memoria tributaria
Montoro continuó. Tras esgrimir el monográfico presentado a principios de año por el Instituto de Estudios Fiscales sobre el impacto de la reforma de 1999 como prueba de los muchos datos que Hacienda ha ofrecido, Montoro aseguró: 'Esa memoria está siendo elaborada y no hay ninguna orden de que no se publique ni de que no se difunda'.
Montoro se refería a la Memoria de la Administración Tributaria, que elabora su departamento. Marugán no se resignaba a subrayar que preguntaba por el informe de Tributos: '¡Éste!, ¡éste!', puntualizaba esgrimiéndolo en su mano. Este comentario le valió otra reprimenda de la presidenta. 'Señoría, se está elaborando esa Memoria', insistió Montoro. Y era verdad. La Memoria se debe presentar y en ella se recogerá el informe de Tributos.
