_
_
_
_

El Espai 13 propone un retorno artístico a la psicodelia de la década de 1960

El espacio alternativo de la Fundación Miró inaugura el ciclo 'Psychodrome'

'No estamos recomendando el uso de las drogas, sino que tratamos el trastorno de la realidad, la cultura hippy y la psicodelia', dijo ayer David Renaud, comisario junto con Grazia Quaroni de Psychodrome, el nuevo ciclo de exposiciones del Espai 13. Las exposiciones incluidas en la nueva temporada del espacio alternativo de la Fundació Miró pretenden recuperar las percepciones psicodélicas tan en boga a finales de la década de 1960 y principios de la siguiente, aunque en algunos casos se emplea para ello tecnología del siglo XXI.

El ciclo, según explicaron sus comisarios, no está concebido como una sucesión de exposiciones, sino como una sola exhibición en cuatro tramos diferentes. El primero de ellos es Psychodrome 01, que presenta la obra de Mariko Mori, Michel Gouéry y David Renaud, que además de comisario también actúa como artista. Esta primera exposición, que se clausurará el 8 de diciembre, 'pretende iniciar un recorrido que se expandirá durante todo el ciclo y que expresa los trastornos de la conciencia a través de la imagen'. Los comisarios toman como refuerzo histórico de su propuesta el gran número de artistas y corrientes creativas que desde finales del siglo XIX han planteado 'las interferencias entre la realidad y la ilusión, entre fantasear y enfrentarse a la vida cotidiana, y entre el sueño y la vigilia', dijo Quaroni.

La japonesa Mariko Mori (Tokyo, 1967) muestra en una pantalla de cristal líquido un vídeo, cruce de estética manga y cyberpunk, y Michel Gouéry (Rennes, Francia, 1959) construye un muro semicircular donde coloca diversas pinturas sobre papel. 'Algunas son imágenes encontradas; otras son rostros que pertenecen a gente que conozco y también hay muchas referencias a la actualidad y al mundo de la publicidad', explicó ayer Giuéry. El artista construye un pastiche visual que recoge toda una tradición que entremezcla el surrealismo, la exuberancia pop y el concepto publicitario de cartel.

David Renaud (Grenoble, Francia, 1965) toma para su obra una referencia totalmente psicodélica: la de los hongos. Pequeñas esculturas en forma de seta y en movimiento producen un efecto hipnótico que también se reproduce con las imágenes de un monitor.

El ciclo de este año tiene como característica que los artistas repetirán exposición en combinación con otros creadores. Así, por ejemplo, Renaud volverá a presentar su trabajo en el Psychodrome 04 (mayo-julio) junto con los trabajos de Ugo Rondinone y Tor-Magnus Lundeby. Este último artista ya habrá participado antes en el Psychodrome 03 (febrero-abril) junto con Beatriz Barral y Fred Tomaselli, quien habrá expuesto anteriormente en el Psychodrome 02 (diciembre-febrero) junto con Michel Gouéry y Franz Ackerman. El objetivo, explican los organizadores, es crear una especie de círculo concéntrico o laberinto, 'dos figuras hipnóticas relacionadas con el trastorno', señalan. Todos los artistas comparten un mismo interés por los trastornos, sea el de la imaginación o de la conciencia, a través de la imagen. En sus obras estudian a través del color, el sonido o la instalación arquitectónica las interferencias entre realidad e ilusión.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_