Sacyr estrena un nuevo traje
Adopta una estructura de 'holding' y renueva sus órganos directivos
Sacyr, tras la entrada de Abelló en su capital y la adquisición del paquete de control de Vallehermoso, cambia de traje para no romper las costuras. La constructora, séptima española por ventas y primera por rentabilidad, dejará de ser matriz y pasará a integrarse como una de las vigas maestras en un holding de nueva creación. La expansión y diversificación de actividades ha forzado este cambio estructural que irá acompañado de cambios relevantes en sus órganos de dirección.
La toma de control en Vallehermoso, a la que ha vendido Prosacyr, es pieza clave en su nueva estrategia, pero dispara su endeudamiento
La transformación, para la que hay convocada una junta general extraordinaria de accionistas, está prevista para el próximo día 15 y culmina la carrera contrarreloj de fundadores y accionistas de Sacyr para ganar músculo y disminuir la excesiva hipoteca de su cuenta de resultados a una sola carta: las actividades cíclicas de construcción.
La pequeña compañía, creada hace ahora 16 años por un grupo de ingenieros procedentes de Ferrovial, es hoy una perita en dulce en su sector, por facturación, rentabilidad y cartera de pedidos, pero con fecha de caducidad, como el resto de sus competidoras. Hay que asegurarse un lugar al sol en 2007, cuando España deje de recibir los fondos estructurales europeos y la carga de obra pública caiga en picado.
Cuatro ejes estratégicos
La fórmula de expansión de Sacyr -basada históricamente en la construcción (la obra civil supone el 73% de su facturación, porcentaje que se eleva al 90 si se le agregan la actividad de edificación e inmobiliaria) y en la financiación del crecimiento con recursos propios- está próxima a agotarse. Sus directivos-propietarios lo saben desde hace tiempo. De ahí que desde hace tres años estén barajando una posible salida a Bolsa de la sociedad y hayan intentado, hasta en tres ocasiones, una fusión con Dragados, y antes la adquisición de la división de construcción de FCC. El objetivo era y es ganar músculo para diversificar negocios y mercados, matizan en Sacyr, y en ningún caso entregar la empresa para hacer caja.
Por ello, tras el fracaso del último intento de fusión con Dragados, ahora hace un año, sus directivos se pusieron las pilas y optaron por otras vías para asegurar el crecimiento y los resultados en el futuro. Primero, fortalecieron su estructura de capital, hasta entonces exclusivamente en manos de sus socios fundadores y otros directivos, dando entrada a Torreal. El grupo inversor del financiero Juan Abelló compró a finales de 2001 el 14% de Sacyr por 125 millones de euros (posteriormente ha incrementado su participación hasta el 15,96%) y desde entonces es su socio de referencia (Abelló es vicepresidente de Sacyr y su grupo cuenta además con dos consejeros).
Tras la incorporación de un socio financiero experimentado y con visión de negocio en otros sectores, Sacyr diseñó una nueva estrategia en torno a cuatro grandes ejes: construcción, explotación de concesiones de infraestructuras (fundamentalmente autopistas), negocio inmobiliario, y una especie de cajón de sastre, que no han querido bautizar como diversificación, que engloba otros servicios y negocios de medio ambiente (cuenta con participaciones, por ejemplo, en varias compañías de abastecimiento de aguas en España y en el exterior).
El segundo gran movimiento de Sacyr, tras la entrada de Abelló y el rediseño estratégico, fue la toma de control, en mayo, de Vallehermoso, la primera inmobiliaria española (adquirió al SCH el 24,5% de su participación en la sociedad por 578,75 millones de euros). Una operación que se ha completado hace diez días con la venta de Prosacyr, la inmobiliaria de Sacyr, a Vallehermoso por 115 millones de euros.
Trasmediterránea e Iberpistas
Sus intentos por reforzar los otros dos grandes ejes estratégicos diseñados han fracasado, sin embargo, en los dos mayores órdagos lanzados: la privatización de Trasmediterránea (a la que acudía con otros socios) y la potenciación de su presencia en Iberpistas. Tras el acuerdo de fusión entre las concesionarias Áurea y Acesa y la OPA lanzada por ésta sobre Iberpistas, Sacyr, que tenía el 8% del capital de la opada, optó finalmente por acudir a la oferta de adquisición de Acesa y salirse de Iberpistas. La constructora que preside José Manuel Loureda, que tiene comprometido en este sector más de 2.100 millones de euros entre capital social e inversiones, y que cuenta con una docena de concesiones de autopistas, directas o a través de participaciones en España y Latinoamérica, sigue apostando por incrementar su presencia en este negocio, que hoy sólo supone el 7% de su facturación.
Estos cuatro ejes estratégicos van a convertirse en divisiones del nuevo holding que se va a crear y cuyo objetivo, según fuentes de Sacyr, es 'generar nuevas oportunidades de negocio'.
Todas estas operaciones han supuesto, sin embargo, un cierto deterioro en las cuentas de Sacyr en el primer semestre (véase el cuadro adjunto), y en especial de su endeudamiento.
Pieza relevante en todos estos cambios y en las dudas que suscitan en algunos analistas es Vallehermoso. Según ellos, se pagó un precio elevado por la inmobiliaria, unos 15 euros por acción, aunque Sacyr lo defendió como razonable por la dimensión y calidad de la inmobiliaria ('el jamón de Jabugo es caro', llegó a decir su consejero delegado, Luis de Rivero). El control de Vallehermoso, dada la distribución del capital de la inmobiliaria, tampoco está firmemente asegurado con sólo el 24,5% del mismo, según los analistas, 'y más cuando sus acciones están cotizando hoy en Bolsa en torno a los 8 euros'. En Sacyr reconocen que existe la posibilidad de que alguien intente arrebatarles el control de Vallehermoso mediante el lanzamiento de una OPA, pero no lo creen probable y tampoco están en disposición de incrementar su participación en la inmobiliaria porque, dados los porcentajes con que cuentan, ya estarían obligados a lanzar una OPA sobre la totalidad de su capital. La venta de Prosacyr, en este marco, reduce el endeudamiento de Sacyr y refuerza su apuesta por Vallehermoso, al tiempo que desactiva algunos rumores en los mercados sobre una posible desinversión en la inmobiliaria.
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