Los parquímetros admiten el pago aunque se aparque en horario gratuito
El Consistorio recaudó 500 euros a pesar de que el aparcamiento era gratuito el viernes
El Ayuntamiento había anunciado que los parquímetros entrarían en funcionamiento oficialmente ayer, sábado, y así fue. Pero ya el viernes hubo quien aparcó en las plazas de pago de cinco distritos del centro y abonó su tique. 'Ese día aún no había vigilantes, y el aparcamiento era todavía gratuito en la zona de parquímetros, pero quien no lo sabía, pagó', admitió Sigfrido Herráez, concejal de Tráfico. Gracias a esas decenas de ciudadanos, el Ayuntamiento ingresó el viernes 503 euros extras. Sin embargo, será a partir de mañana cuando el grueso de los conductores noten las ventajas y desventajas del nuevo sistema de aparcamiento, que pretende reducir el tráfico en la almendra central.
Cinco son los distritos en los que, desde ayer, rige el sistema de parquímetros: Centro, Chamberí, Retiro, Moncloa y Salamanca. Quien resida en estos barrios o circule de paso por ellos debe saber que, para aparcar en sus calles los días laborables y sábados por la mañana, tendrá que pagar (o arriesgarse a ser multado). Los residentes lo harán a través de la antigua tarjeta ORA, que muchos tienen ya y el resto puede comprar una abono mensual por 5,20 euros. Los visitantes sólo podrán estacionar un máximo de dos horas, y abonarán en metálico la tarifa que marque el parquímetro. Hay 34.300 plazas en esos cinco distritos, aunque el número irá ampliándose en los próximos meses.
Con este sistema, el Ayuntamiento pretende 'disuadir a un 20% o un 25% de los casi 400.000 conductores que diariamente circulan por esos cinco distritos, incitarles a que dejen el coche en casa y usen el transporte público', afirma el concejal Herráez. De esas 400.000 personas, muchos miles son trabajadores no residentes en el centro, pero que están empleados en comercios, oficinas y empresas radicadas en esos distritos. A partir de mañana tendrán que optar por desplazarse a su trabajo en metro, autobús o tren, o dejar el coche aparcado en la calle todo el día y exponerse, por ello, a ser multados por alguno de los 330 vigilantes que ha puesto el Ayuntamiento.
'Es de suponer que estos trabajadores se sentirán perjudicados, pero para eso hemos hecho esto: para que la gente entienda que el centro se tiene que descongestionar y utilice el transporte público', comentó el edil.
Pago fuera de horario
El horario de los parquímetros es de lunes a viernes, de 9.00 a 20.00, y los sábados de 9.00 a 15.00. Los sábados por la tarde, domingos y festivos el aparcamiento es gratuito. Sin embargo, las máquinas no se apagan cuando llega la noche o el fin de semana, sino que permanecen activas y cobran igualmente a quien quiera pagar. Así, los ingenuos conductores que desconozcan u olviden el horario gratuito dejarán a las empresas que gestionan el sistema un involuntario regalo, que fue de 503 euros el pasado viernes. 'Hubo que ir poniendo en marcha los parquímetros progresivamente para que todos estuvieran listos hoy [por ayer], por eso empezamos el viernes', adujo Herráez.
En cuanto a los comercios y oficinas, sólo los titulares de la empresa tendrán derecho a solicitar la tarjeta de residente, lo que les permitirá aparcar durante todo el día en las plazas verdes. En ellas podrán estacionar también los visitantes que no encuentren sitio en las plazas pintadas de azul, aunque por menos tiempo (un máximo de una hora) y por más dinero (1,20 euros). Si, por el contrario, estacionan en las plazas reservadas para ellos, las azules, las tarifas serán de 0,60 por una hora, 0,30 por 30 minutos y 0,20 por 20 minutos (el mínimo que se cobrará). Los residentes que usen las plazas azules pagarán como cualquier visitante.
Quien olvide retirar su coche pasado el tiempo máximo (dos horas) tendrá una hora de cortesía para anular la sanción a cambio de tres euros. Pasado ese tiempo, la multa será de 30 euros. Estacionar en zona de residentes más de una hora, sin tarjeta, supondrá una sanción de 45 euros.
Ayer, entre que el puente de Todos los Santos había dejado medio vacía la ciudad y que los vigilantes fueron especialmente benévolos, las multas brillaron por su ausencia, según Herráez. Eso sí, la presencia de los controladores ayudó a castigar otras infracciones: 'La grúa se ha llevado durante la mañana, avisada por los vigilantes, 30 vehículos mal aparcados; no porque no hubieran pagado el parquímetro, sino, por ejemplo, por estar en doble fila. Eso demuestra que los vigilantes van a colaborar también en evitar las infracciones, en general, y a mejorar el tráfico en el centro', afirmó el edil.
Menos coches, los mismos autobuses
'No sé qué pasará el día 4 [por mañana]. El gobierno municipal pretende que la gente deje en casa el coche, pero sin aumentar la flota de autobuses. ¿Cómo van a llegar entonces a sus trabajos todas esas personas que hasta ahora iban en vehículo privado?'. La pregunta la formula el concejal Eugenio Morales, portavoz en asuntos de tráfico del grupo socialista en el Ayuntamiento.Y le contesta Sigfrido Herráez, edil de Movilidad Urbana del gobierno local: 'La flota de autobuses sigue igual por el momento, pero se aumentará en función de la demanda que se produzca en los próximos días. La del metro, aunque no es competencia nuestra, sé que no se puede aumentar, porque las frecuencias de los trenes en las horas punta ya están ajustadas al máximo, y no pueden estrecharse más'.De modo que o los autobuses y los vagones de metro y cercanías irán más llenos, o los taxis harán su agosto, o los conductores tendrán que dejar el coche aparcado en la frontera de la zona de parquímetros y continuar caminando o en transporte público hasta su lugar de trabajo. Herráez confía en que, a medio plazo, sean mayoría quienes se acostumbren a montar en autobús y metro y acaben disfrutando de las ventajas de no usar el vehículo privado.Otro problema que denuncia el concejal socialista Eugenio Morales es que las plazas destinadas a los residentes (las de color verde) son menos que el número de tarjetas ORA que ya están vendidas. 'Hay más de 29.000 residentes que han adquirido su tarjeta, pero las plazas verdes son apenas 26.000. Así que muchos residentes estarán dando vueltas, buscando sitio, hasta que finalmente tendrán que dejar el coche en una plaza de color azul, las de los visitantes, y pagar como tal, y encima retirar el vehículo a las dos horas', señala Morales. Según el edil del PSOE, en barrios como Arapiles el número de tarjetas ORA expedidas supera en un 40% el de plazas disponibles para los residentes. 'Antes de que los parquímetros entraran en funcionamiento tampoco había sitio para todo el mundo, y muchos aparcaban en doble fila, en la curva, junto al parterre... Pero ahora, con 330 vigilantes poniendo multas diligentemente, esa posibilidad desaparece. Y está bien que se persigan las infracciones, pero sólo si el Ayuntamiento da alternativas', concluye el concejal socialista.
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