El Consell confía en el consumo para cuadrar las cuentas

El consejero de Economía y Hacienda, Vicente Rambla, presentó ayer en las Cortes Valencianas el proyecto de ley de Presupuestos de la Generalitat para 2003. Las cuentas, que tienen un marcado carácter continuista, se basan en la convicción del Consell de que el consumo interno seguirá siendo un motor de crecimiento tan potente como para compensar la desaceleración de las exportaciones. Una expectativa optimista ya utilizada en los presupuestos de 2002 que posteriormente fue corregida a la baja. Rambla aseguró ayer que el Consell primará el gasto social por encima del resto de políticas. Una prioridad que contrasta con un capítulo de ingresos en la que los impuestos indirectos siguen ganando terreno frente a los directos.

Si en la presentación de las cuentas de 2002 las políticas sociales eran 'la piedra angular' y representaban el 76,8% del total del gasto; el proyecto para 2003 es 'un presupuesto claramente comprometido con el gasto social', al que se destinará un 76,3% de los recursos.

El presupuesto de la Generalitat para 2003 crece un 6,5% respecto a las cuentas aprobadas para 2002 y se sitúa en 8.907 millones de euros. Sin embargo, las previsiones macroeconómicas que sirven de base a la Consejería de Economía para sustentar las cuentas de 2003 confirman el retraimiento de la demanda externa (para este año se vaticinó una subida en las exportaciones del 7,5% y para el año próximo se rebaja la expectativa a un incremento del 4,3%, que además se verá compensado por un crecimiento del 4,4% en las importanciones). Ante esta previsión, las esperanzas de crecimiento económico del Consell se centran en el consumo y en el tirón de la demanda interna, que se cifra en un 3,3%. Dos décimas por encima de la media española. Una ventaja que se mantiene en la previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) valenciano, que se establece en el 3,2%, pese a que el gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, señaló a primeros del mes pasado que el crecimiento español estaría alrededor del 2,5%. La previsión de inflación se mantiene invariable en el 2%, pese a que este porcentaje se ha superado en medio punto en septiembre de 2002 y, con el previsto tirón del consumo interno, presumiblemente habrá dificultades para que se cumpla en 2003.

En el capítulo de ingresos la partida procedente de impuestos directos baja respecto a este año tras los cambios en el IRPF -aunque la previsión de crecimiento económico es mayor que la del año pasado y el Consell anunció que aumentaría su participación en los ingresos con el nuevo sistema de financiación autonómica-. Así, frente a los 1.702 millones de euros que se previó ingresar por impuestos directos en 2002, para el año próximo los presupuestos calculan que esta partida será de 1.587 millones.

Por contra, los impuestos indirectos siguen creciendo pese al anuncio del Gobierno de que congelará durante el año próximo el gravamen sobre bebidas alcohólicas, tabaco y combustibles. Si la previsión de 2002 fue de casi 3.188 millones de euros, el año que viene el Consell prevé recaudar 3.526 millones de euros, que representan casi el 40% de los presupuestos de la Generalitat.

Respecto al dinero destinado a pagar la deuda, el consejero de Economía indicó que sólo se incrementará respecto al año en curso en un 2,8%, lo que supondrá una cifra al concluir el ejercicio de 2003 de 401 millones de euros. Así, el Consell destinará en 2003 177 millones de euros a reducir el endeudamiento, mientras que emitirá 107 millones, lo que en teoría supondrá una reducción neta de 70 millones de la deuda, que ronda actualmente los 6.000 millones de euros.

Por consejerías, Sanidad y Educación suman alrededor del 65% del presupuesto total. Todos los departamentos de la Generalitat crecen por regla general menos de lo que lo hicieron el año pasado, excepto en gasto corriente. Sin embargo, llama la atención que el presupuesto del área de Presidencia, que el año pasado creció un 7,67% con respecto a 2001, experimenta de cara a 2003 un crecimiento del 17,2% que, según Rambla, obedece 'de forma exclusiva' a la incorporación a este área de las políticas de I+D+I, de manera que, de acuerdo con lo que explicó el titular de Hacienda, si se excluye el presupuesto de la Agencia Valenciana de Ciencia y Tecnología, que se creará a través de la ley de acompañamiento, Presidencia crece sólo un 3,6%.

Lo que no dijo el consejero es que los programas de ordenación y promoción del turismo, que el año pasado sumaban un presupuesto de 50,4 millones de euros, quedan reducidos en 2003 a 3,1 millones. Y no porque la Generalitat considere que en esta materia ya está todo hecho y por lo tanto ya no es necesario gastar tanto, sino porque esos programas cuentan con consignación aparte en la sección 20 de los presupuestos -gastos diversos-, en la que el año pasado no aparecían: así, la Agència Valenciana de Turismo aparece este año en la sección de gastos diversos con dos partidas que suman 51 millones de euros y que deberían estar consignados en Presidencia.

Ésta es, además, la explicación del enorme crecimiento que experimenta la sección de gastos diversos, que en ejercicios anteriores era prácticamente anecdótica, pero cuyo presupuesto para el año 2003, con 308,3 millones de euros, es superior al de departamentos como Hacienda, Justicia, Industria o Medio Ambiente. Esta consejería de gastos diversos se convierte así en un comodín para cuadrar las cuentas de la Generalitat.

El presupuesto consolidado para 2003, incluyendo empresas públicas y organismos autónomos, suma 10.633 millones de euros. En las empresas públicas destaca el crecimiento de la dedicada a construcciones educativas (CIEGSA) que pasa a disponer de 404,9 millones de euros, frente a los 258,8 del ejercicio actual. Además, el Consell incrementa la capacidad de endeudamiento de las empresas públicas hasta los 600 millones de euros.