_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

A hombros de un aniversario

José Luis Rodríguez Zapatero ha querido que coincidiera la presentación oficial de su candidatura a la presidencia del Gobierno con la conmemoración del aniversario de la primera victoria electoral del PSOE. El mismo secretario general que en el discurso al Congreso que le eligió no tuvo ningún reparo en matar al padre -si se permite la coloquial expresión de raíz freudiana- para afirmar la imprescindible renovación del partido socialista, sitúa ahora a su candidatura en línea de continuidad con el largo periodo de gobierno socialista, que comenzó en 1982, como fue evidente ayer en el eufórico acto madrileño de Vistalegre. En política, cada paso tiene su momento oportuno, y en el proceso de construcción del carisma de Zapatero se ha impuesto entre los socialistas el mito de su especial sentido de los tiempos políticos.

Más información
Zapatero: "Quitaré el poder a los poderosos y haré un país para todos"

Zapatero llegó a la secretaría general con la ineludible responsabilidad de cohesionar el partido y de llevar a cabo una profunda renovación de personas y de ideas. Eran condiciones previas e indispensables para ser alternativa real al Gobierno del Partido Popular. Dos años después, el PSOE presenta mucho mejor aspecto, el secretario general ha conseguido imponer su autoridad y hoy nadie discute su liderazgo. El proceso de renovación generacional del partido se ha estabilizado en los últimos tiempos e incluso parece haber menguado la obsesión contra cualquier persona mayor de cincuenta años que de un modo un poco ingenuo desplegaron inicialmente los nuevos dirigentes socialistas. Queda el capítulo de la renovación ideológica. Habrá que esperar a que el goteo de iniciativas más o menos sueltas cuaje en forma de fértil lluvia fina. De momento, Zapatero sigue marcando puntos con su sobriedad y su buen estilo frente a la arrogancia de un Aznar encumbrado por la mayoría absoluta.

Dssde un PSOE que recupera su dinámica y se reconcilia con su propia historia, claroscuros incluidos -'hemos aprendido la lección', señaló ayer-, Zapatero tiene la plataforma adecuada para afrontar las numerosas citas electorales de los próximos dos años. En su discurso ante miles de sus simpatizantes, el jefe de la oposición esbozó algunas propuestas que deberán ser perfiladas en un programa concreto. Habló de un nuevo impulso para combatir el 'envejecimiento' político y la grisura acarreados por el PP, y de 'un país de todos y para todos' -con mención a los derechos de discapacitados, homosexuales o inmigrantes-, con mayores libertades ciudadanas y menos poder para quienes tienen demasiado. Ideas, en definitiva, sobre una sociedad más equitativa, más abierta y más solidaria frente a una derecha que con la mayoría absoluta se radicalizó hacia su programa de máximos y ahora busca recuperar la imagen de centro perdida.

Con buen sentido del tiempo político, Zapatero ha generado una gran oportunidad de tallarse una imagen diferenciada de hombre de Estado, frente a un Gobierno que en política internacional aparece como un subalterno de Bush y que en el terreno doméstico instrumentaliza el consenso para legitimar posiciones cada vez más conservadoras. Para marcar las diferencias que conduzcan a ese país 'ingenioso e hidalgo' dispone de dos años.

Al situarse en la continuidad histórica socialista, el líder del PSOE ha reivindicado los aspectos positivos de los gobiernos de Felipe González, que son ahora más visibles ante la altivez de Aznar y la patrimonialización de la democracia por parte del PP, pese a los evidentes errores que se cometieron. El aspirante socialista deberá aprender también de la parte negativa del balance, como señaló él mismo ayer en Madrid. Para que cuando llegue a gobernar sea capaz de mantener las promesas de regeneración democrática que ni Felipe González en el 93 ni José María Aznar en el 96 llevaron a cabo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_