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Crónica:FÚTBOL | Séptima jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Antoñito se destapa con dos goles en la primera victoria del Sevilla

Antoñito se destapó ayer, por fin, como el delantero de enorme talento que todo el que conoce la cantera sevillista afirmaba que es. En una primera parte soporífera, en la que el Valladolid dominó el centro del campo mediante el buen juego y la inteligencia de Ricchetti y Colsa, pero se mostró incapaz de atacar con peligro y muy débil en defensa; Antoñito tuvo todo el acierto que le ha faltado a su equipo en los seis encuentros anteriores. En 20 minutos resolvió el partido con dos grandes goles y, durante todo el resto del juego, fue la referencia de la grada, en busca de sus toques de calidad, tan ausentes en el Sevilla hasta ahora.

A los diez minutos agarró en el primer palo un centro de Redondo y lo cabeceó a gol desde una posición imposible, en el primer palo, adelantándose a los dos defensas que le asediaban y en plancha. Trece minutos después, puso en pie al estadio con un bellísimo gol, un chutazo impecable a la escuadra de Bizarri desde el punto de penalti.

SEVILLA 2| VALLADOLID 1

Sevilla: Notario; Alfonso, Pablo Alfaro, Javi Navarro, David; Marcos Vales, Samways, Casquero (Redondo, m. 61), Fredi (Tomás, m. 69); Reyes y Antoñito (Toedtli, m. 90). Valladolid: Bizarri; Torres Gómez, Gaspar, Caminero (Pachón, m. 79), Marcos; Chema (Ciric, m. 71), Ricchetti (Sousa, m. 77), Colsa, Óscar Sánchez; Fernando Sales y Aganzo. Goles: 1-0. M. 11. Alfonso centra desde la banda derecha y Antoñito, en el primer palo, se adelanta a la defensa y cabecea a gol en plancha. 2-0. M. 23. Reyes se deshace de dos rivales en la frontal del área, pone en balón en profundidad para Antoñito, que se lo acomoda, chuta y bate a Bizarri por su escuadra izquierda. 2-1. M. 50. Colsa convierte en gol un penalti inexistente pitado a Marcos Vales por desplazar a Óscar Gómez. Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Casquero, Aganzo, Ricchetti, Redondo, Colsa, Sousa y Reyes. 25.000 espectadores en el Sánchez Pizjuán.

En la segunda parte, las individualidades de Antoñito se vieron acompañadas del juego colectivo de su equipo, que sólo reaccionó como grupo tras el serio aviso del Valladolid, que acortó distancias al poco de la reanudación con un penalti que sólo el árbitro vio en un desplazamiento de Marcos Vales a Óscar Sánchez.

Tras ese gol, el Sevilla reaccionó y, a su estilo, con velocidad y carácter, disfrutó de sus mejores minutos este campeonato.

El Valladolid, que salió en la segunda mitad dispuesto a nivelar el partido, también ofreció un buen espectáculo, basado en el criterio de sus centrocampistas y la velocidad de sus puntas, especialmente la de Fernando Sales.

Si el resultado se mantuvo intacto en esos últimos 40 minutos fue, principalmente, por el acierto de ambos porteros, Notario y Bizarri, que, con dos o tres buenas paradas por cada parte, rivalizaron bajo los palos.

La victoria final del Sevilla premió el mayor acierto de los andaluces ante la portería contraria; su mayor contundencia defensiva, muy beneficiada por el retorno a la alineación titular de Javi Navarro; y la calidad enorme que ayer demostró Antoñito, y que tan escondida había tenido hasta ahora.

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