El 70% de las empresas tiene retribución variable
La caída de los beneficios podría afectar a los salarios de la mayoría de los directivos
Desde que se generalizó la aplicación de la retribución variable como una parte significativa del paquete retributivo de los ejecutivos de las empresas instaladas en España no se había planteado la ocasión de que éste desempeñara su papel primordial como es el de adaptar los costes salariales a los resultados de la empresa. Hasta los primeros años noventa la aplicación de este sistema apenas alcanzaba la mitad de las empresas españolas. A partir de 1993, sin embargo, se produce un importante tirón y este año han sido ya el 70% de las empresas las que lo han aplicado, cifra ampliamente superada incluso en algunos cargos como el de director de marketing, el comercial y el de recursos humanos.
Sin embargo, el peso específico de la retribución variable respecto a la remuneración total apenas ha variado desde 1993 y oscila entre el 14,2% del director técnico, que se ha reducido incluso en la última década, hasta el 21,2% del director general.
'Ha llegado la hora de la verdad para la retribución variable', la prueba de que realmente las empresas y los empleados españoles han apostado de manera consecuente por este sistema de retribución', según el director de RH Asesores en Madrid, Jesús Espinosa.
Se trata de una tendencia imparable ya que desde el punto de vista de la empresa la utilización de sistemas de retribución variable tiene como objetivo primordial la reducción de los riesgos que suponen los costes fijos.
Los responsables de recursos humanos tratan de vincular cada vez más y en mayor grado los costes de la nómina a los resultados.
'La empresa tratará de defender las reglas de juego y decir que la retribución variable está precisamente para aplicarla. Si se gana ganamos todos y si perdemos también', señala Espinosa. Sin embargo, 'los empleados tratarán de no perder poder adquisitivo y forzarán para que se convierta la retribución variable en fija consolidando determinados capítulos como por ejemplo los bonos asegurados'.
De acuerdo con los resultados de las empresas, durante el próximo ejercicio, por ley, debería reducirse el porcentaje de retribución variable sobre la total. 'Lo extraño sería lo contrario, eso significaría o que las muestras no funcionan o que las empresas no han sido serias y no han jugado de verdad a la retribución variable'.
Por su parte, Manuel Osorio cree que se ha dado incluso un paso más y que este año ya se ha trasladado el énfasis a la optimización: 'Cómo pagar de manera que resulte más atractivo, que se corresponda mejor a las necesidades, le resulte más rentable desde el punto de vista económico-fiscal a pesar de los pocos resquicios que deja la legislación española... que se perciba como el dinero más adecuado'.
La ampliación de Europa
A pesar del tiempo transcurrido desde la unificación alemana, los ejecutivos de ambos lados siguen lejos de equiparar sus retribuciones. No hay que esperar por tanto a corto o medio plazo una incidencia importante en este sentido por la incorporación de los 10 candidatos a la Unión Europea. 'Además del problema del idioma, está la cultura, la religión... y no es lo mismo trasladar a un técnico que a un gestor porque sea más barato', señala Manuel Osorio.
Sin embargo, cada vez es mayor el flujo de cuadros entre distintos países en el que ha empezado también a participar España como país emisor a pesar de la tradicional dificultad de nuestros directivos con el idioma y su animadversión a desplazarse al extranjero.
En cuanto al fenómeno de la inmigración, la proveniente de los países del centro y el este de Europa presenta algunas características diferenciales significativas respecto a la de Latinoamérica y África. En estos últimos casos, al menos en la primera generación, se están incorporando en los niveles empresariales con menores exigencias de cualificación profesional y ocupan las actividades que no quiere el trabajador autóctono con posibilidad de elegir.
Sin embargo, muchos de los inmigrantes de los países candidatos llegan con una importante ventaja como es la de una mejor formación. 'Llegan buenos técnicos, buenos profesionales de grado medio e incluso bastantes universitarios que a medida que venzan la barrera del idioma se incorporarán en puestos si no directivos, sí de mando directo', señala Jesús Espinosa. 'Una buena solución para el problema demográfico de España dentro de dos o tres lustros. Es la única manera de mantener el crecimiento y la competitividad como país y una tabla de salvación para las dos europas'.
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