Observación sorprendida
He observado con sorpresa la información en forma de pasquines a todo color que nos da el Ayuntamiento sobre los nuevos controles de aparcamiento comprados a ese país que casi todos quieren emular (Estados Unidos), en los cuales nos dice que el tráfico en nuestra ciudad va a ser más fluido gracias a ellos y que los vecinos de cada barrio vamos a estar más cómodos con nuestro 75% de los sitios; bien, pues yo vivo en la calle del Conde de Romanones, donde el 100% de los sitios son de color azul, o sea, ninguno para residentes, que son de color verde, y no sólo eso, sino que en mucho más de un kilómetro cuadrado todos son de ese color. Por ejemplo, en la plaza de Tirso de Molina, calle del Duque de Alba, en Concepción Jerónima hay unos 7 sitios; en la calle de Colegiata...
Considero que esto ha sido un error (quizá porque no tenían pintura verde) o que al concejal señor Herráez le gusta el grafito de color azul, ¿por qué será?, no es feo; si es un error, lo considero grave, y si no lo es, lo considero gravísimo, porque, señor Herráez o señor Manzano, ¿dónde aparcamos los residentes de esta zona en concreto?; en ésta la mayoría de los comercios son tiendas de ropa al por mayor que, evidentemente, saldrán beneficiadas al mismo tiempo que el propio Ayuntamiento.
Hay solución a ese horrible tráfico de la zona y es que se lleven esas tiendas a zonas industriales por ejemplo; que conste que no tengo nada en contra de esos comerciantes, pues para mí el único culpable es el propio Ayuntamiento. Y por último, por favor, déjennos aparcar en nuestras calles. Por favor, Señor, danos el 75% de nuestra vida.
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