Las marcas de móviles aprovechan los filmes futuristas para promocionar sus modelos

Bond, James Bond, está rodeado. Los malos han cercado su coche. Le quedan segundos de vida y él sólo tiene un teléfono. Se tira de su BMW, pero lo sigue conduciendo remotamente con la pantalla del móvil. Los malos persiguen el señuelo hasta que el coche queda hecho trizas contra un escaparate. Los malos, despistados; y Bond sigue sano y salvo gracias a su teléfono Ericsson de última generación de El mañana nunca muere.

La película se estrenó en 1997. Por entonces los mortales españoles empezaban a comprarse móviles. Desde que el cine descubriera el teléfono móvil, los fabricantes de terminales han explotado las ventajas de poner un telefonillo en manos de intrépidos actores. Más que un coche, más que un ordenador, el móvil simboliza lo tecnológicamente más avanzado.

El matrimonio de conveniencia entre Hollywood y las firmas telefónicas marcha bien. Nokia (el 38% del mercado mundial de móviles), Sony Ericsson (7,5%) y Motorola (14%) son tres de las marcas que se han servido del celuloide para mostrar al público su marca y sus últimos modelos.

Una estrategia de antaño

Es el clásico product placement, una estrategia que consiste en adornar el guión con productos o marcas comerciales. 'El product placement arranca en los albores de la publicidad. Lo que se ha hecho cada vez más es evidenciar la marca, algo más honesto con el espectador. Las compañías de móviles cuentan con muchísimo presupuesto detrás y lo que hacen es asociar un personaje a un estilo de vida. Ha funcionado siempre, se asocia al futuro', explica José María Piera, responsable de la agencia de publicidad El Sindicato.

'No es una publicidad tradicional. Se trata de asociar una marca a una forma de vida', explica Honorio García, director de mercadotecnia de Nokia España. No siempre el móvil que aparece en el filme, es el que luego se promociona en la campaña de publicidad. Ericsson nunca fabricó ese smartphone de 007.

'Cada caso es distinto, puede ser una aportación económica o bien una mera cesión de los móviles que aparecen durante la película. Se viene haciendo en los últimos cinco años', explica Miguel Rubio, de director de mamercadotecnia de Sony Ericsson. La compañía trabaja ahora en una colaboración en el nuevo estreno de James Bond.

El agente 007 no es el único en presumir de teléfono. El protagonista de El Santo (1997), Val Kilmer, con un móvil Nokia transfería dinero de una cuenta corriente a otra. Los Ángeles de Charlie o Matrix son otra de las colaboraciones de Nokia. Ericsson dejó a Lara Croft libre de cables en Tomb Raider con una diadema Bluetooth.

En Motorola cuentan que el objetivo en estas colaboraciones no es realmente lanzar los terminales, sino lucirlos al máximo y generar presencia de marca. Por eso, la firma estadounidense ha prestado sus móviles para un gran número de series de televisión como Friends. En 2000, Motorola abrió agencia de mercadotecnia en Los Ángeles. Una forma de estar más cerca de la factoría de cine.

La comunicación del futuro

La gran oportunidad le llegó al jefe de diseño de Nokia, Frank Nuovo. Fue uno de los elegidos por Steven Spielberg para asesorarle en su última película futurista. Desde científicos del MIT hasta arquitectos e inventores se reunieron durante tres días para preparar la nueva obra de Spielberg, Minority report.

'A pesar de que nuestro trabajo diario es diseñar el futuro de los aparatos de comunicaciones, la película ofrecía una oportunidad única para mirar más allá e imaginar cómo la gente se comunicará en el año 2054', explica Nuovo.

Minority report presenta al espectador una orgía tecnológica... Robots espías, coches que aparcan en los balcones, reconocimiento de iris y publicidad interactiva. Todo, sin embargo, aspectos que se intuyen ya en nuestros días.

Nokia aprovechó la ocasión que le brindó Hollywood para la promoción mundial en radio, televisión y prensa de su última criatura: el Nokia 7650, un teléfono con cámara fotográfica, que ya se vende por unos 600 euros. 'Aunque el protagonismo de la marca es reducido en la película', explica García, 'hemos querido asociar la campaña de publicidad a la película por su imagen tecnológica y juvenil'.