Las ambulancias dejan a 400 enfermos 'tirados' cada día
Los responsables atribuyen estas deficiencias al Insalud, que 'convocó mal el concurso'
La ambulancias de la región funcionan mal, llegan tarde y dejan a decenas de pacientes colgados cada día. Esta afirmación, que hace cinco meses sólo sostenían los pacientes y que luego fue admitida por el Gobierno regional, ahora es compartida incluso por la empresa que gestiona el transporte sanitario en la región. 'Es cierto que uno de cada 20 servicios se hace mal', admite un responsable de las ambulancias. Éste cree, sin embargo, que las deficiencias se deben a que el Insalud 'calculó mal las necesidades de la región' en el concurso convocado en 2001.
La Unión Temporal de Empresas (UTE) que gestiona el transporte sanitario en la región desde el pasado mayo considera que se está viendo perjudicada por las condiciones fijadas en el concurso en el que que ganó, por 53 millones de euros, la gestión de las ambulancias durante este año y el próximo. 'El concurso no preveía el aumento que ha sufrido la demanda de transporte sanitario en la región', lamenta un responsable de la UTE.
Entre siete y ocho de la mañana, la UTE dispone de 208 vehículos en las calles, a los que añade 40 más a partir de las 8.00, otras 40 a partir de las 10.00 y 80 más entre las 11.00 y las 13.00. Según los datos de la UTE, cada ambulancia hace un servicio cada 55 minutos, por lo que entre entre las 7.00 y las 13.00 las ambulancias disponibles son capaces de atender a unos 1.890 pacientes. El lunes 30 de septiembre, por ejemplo, la UTE fue requerida entre esas mismas horas para hacer 2.274 traslados, 385 más de los que estaba en disposición de prestar, según datos facilitados por la UTE.
Esperas acumuladas
Esto significa que a las 14.00 había 385 personas que llevaban horas esperando su ambulancia, sin que ésta llegara y con los retrasos acumulándose hora tras hora. Sólo a partir de las 15.00, cuando desciende el número de traslados y se mantiene el número de ambulancias, es posible ir limando los retrasos, no sin antes dejar a centenares de pacientes sin haber podido acudir a sus consultas o haciéndolo muy tarde.
Otro ejemplo que puede explicar los retrasos de las ambulancias: la UTE tiene 30 ambulancias para atender los casos urgentes. 'Hay horas punta en las que se reciben 300 llamadas urgentes que deben hacer sólo 30 vehículos. Los retrasos se acumulan sin que pueda evitarse', lamentan desde la UTE.
'Nosotros acudimos a un concurso en el que se nos dio un dinero determinado para atender unos servicios calculados previamente. Si luego resulta que hay muchos más servicios de los previstos, es injusto culparnos sólo a nostros', lamentan desde la UTE.
El Insalud convocó el concurso para la gestión de las ambulancias en agosto de 2001. Éste fue adjudicado el pasado mayo por la Consejería de Sanidad, que había recibido la gestión de las competencias sanitarias del Gobierno central el pasado 1 de enero. Los responsables de las ambulancias creen que el Insalud utilizó para la convocatoria del concurso los últimos datos disponibles sobre el transporte sanitario, referentes a 2000. 'Ahora estamos en 2002 y la demanda de ambulancias ha crecido mucho. El concurso no preveía este aumento y se ha quedado desfasado', aseguran los propietarios de las ambulancias.
Sanidad, por su parte, no cree que la UTE esté haciendo todo lo que está en su mano para mejorar el servicio. Para lograrlo, el Instituto Madrileño de Salud (Imsalud) tiene previstas una serie de medidas para lograr que la UTE cumpla sus exigencias.
Para ello ya ha abierto tres expedientes a la compañía. El primero de ellos prevé multarla con 18.000 euros mensuales, que es el dinero que Sanidad paga a la Cruz Roja para que haga los 2.000 servicios mensuales que las ambulancias de la UTE no son capaces de hacer. El otro expediente pretende sancionar a la UTE porque ésta 'dispone de un 15% menos de vehículos de los que está obligada según el acuerdo de gestión', según explicó la directora general del Imsalud, Leticia Moral. El tercer expediente investiga 3.000 casos en los que las ambulancias no habrían dado un correcto servicio.
Los tres expedientes se refieren a la actividad de la UTE entre junio y agosto pasados. En el caso de que las deficiencias se mantengan, el Imsalud ya ha mostrado su disposición a rescindirle el contrato.
La UTE está compuesta por una docena de empresas de ambulancias con base en la región: Europa, Sasu, González, Gegúndez, Estela Sanitaria, Santa Sofía, Móstoles, Alerta, Dámaso Lorenzo, Alonso, Internacionales y Pascual.
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