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LA SITUACIÓN EN EL PAÍS VASCO

Las presiones del PNV ponen al borde de la ruptura a las patronales vascas

Las tensiones ponen a los empresarios guipuzcoanos, que se reúnen hoy, al borde de la ruptura

El PNV ha puesto en marcha en las últimas fechas la maquinaria de su aparato para presionar a las organizaciones empresariales vizcaína y guipuzcoana y lograr un vuelco en su opinión sobre el plan soberanista del lehendakari, que el pasado día 9 recogió de la patronal vasca Confebask la crítica más contundente desde que Juan José Ibarretxe iniciase hace hoy dos semanas la ronda de contactos sobre su proyecto. La presión peneuvista se halla cerca de lograr una ruptura del consenso alcanzado en Confebask tras mucho debate y propiciar una división en su seno y en las patronales provinciales, según fuentes empresariales. La cúpula de la guipuzcoana Adegi debate hoy el documento con que Confebask rebatió a Ibarretxe.

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La cita con los empresarios era el 9 de octubre. Desde que Ibarretxe desvelase su propuesta el 27 de septiembre, el empresariado mantuvo silencio absoluto sobre su opinión y sobre los debates de sus órganos representativos, que condujeron a un documento de consenso, ultimado en maratonianas sesiones los dos días previos a la cita. El acuerdo no fue fácil, según fuentes de las tres patronales provinciales (la vizcaína Cebek, la guipuzcoana Adegi y la alavesa SEA, confederadas en Confebask), pues cada una defendía su propia propuesta, fruto de su debate interno. El SEA era el más crítico con el plan soberanista. Los vizcaínos estaban en medio, y los guipuzcoanos mostraban mayores dudas, por la mayor presencia del nacionalismo en esa provincia. Tras muchas horas de discusión, el martes 8 se cerró un texto aceptado por todos en el seno de Confebask, la patronal que agrupa a más de 13.000 empresas. De hecho, desde Adegi se envió el texto por correo electrónico a los miembros de su ejecutiva, a los que se pidió discreción absoluta hasta que el presidente de Confebask, Román Knörr, lo hiciese público tras la reunión con Ibarretxe.

Tras una inmediata reacción que rebajaba la contundencia de las objeciones empresariales, el PNV y los medios de su órbita comenzaron a sugerir la existencia de desacuerdos en la patronal por la rapidez de Knörr en revelar el texto. Finalmente, el pasado lunes era el propio presidente del PNV, Xavier Arzalluz, el que lanzaba en la emisora pública Radio Euskadi un contundente ataque personal contra Knörr, cuestionando su capacidad para dirigir la patronal y llamándole 'funcionario'. Knörr, con negocios de alimentación, asumió recientemente su segundo mandato al frente de una patronal siempre con dificultades para hallar candidatos a su dirección por la amenaza de ETA.

Detrás de las descalificaciones públicas, el aparato del PNV empezaba su labor entre bambalinas. La línea la había marcado Arzalluz al aludir a discrepancias en Adegi y Cebek con respecto al documento leido por Knörr. Descartaba ya directamente al SEA.

Empresarios que forman parte de los órganos de las patronales creen que las presiones del PNV pueden generar la división e incluso la ruptura de las tres asociaciones y de Confebask. Arzalluz estimó una 'maldad' decir que el PNV quiere dividir a los empresarios, pero fuentes patronales entienden que eso es lo que pretende. Adegi ha convocado para hoy una reunión de su ejecutiva y luego de su Consejo Rector, sin orden del día prefijado, lo que rompe una tradición de años, pero lógicamente volcada en debatir la situación.

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Miembros de la ejecutiva de Adegi creen que empresarios guipuzcoanos cercanos al nacionalismo 'quieren jugar otra vez hasta que salga el resultado que desean'. Estos directivos saben que, por la presión del PNV, las posiciones ya decididas pueden cambiar, pero aseguran: 'La postura correcta, independientemente de las ideas, es mantener lo pactado legalmente'. Las consecuencias de no aceptar el acuerdo cerrado pueden ser graves. Fuentes de Adegi sostienen que deberían abandonar la organización quienes no aceptan lo que se decidió de 'forma democrática y legal' y que si se cambia lo acordado lo mejor sería dejar la entidad. Las posibilidades de ruptura existen en ambos casos y son grandes.

También sobre la vizcaína Cebek han caído las presiones peneuvistas. Los empresarios ligados a Ascobi, asociación que agrupa a los constructores de esta provincia, están insistiendo duramente para que Cebek cambie de criterio. Empresarios vizcaínos destacan que el sector de la construcción está muy ligado a las obras públicas y, por tanto, a unas administraciones copadas por el PNV en Vizcaya y Guipúzcoa.

De izquierda a derecha, los empresarios José G. Zubia, Victoriano Susperregui, Román Knörr y Carlos Castellanos.
De izquierda a derecha, los empresarios José G. Zubia, Victoriano Susperregui, Román Knörr y Carlos Castellanos.EFE

El riesgo de la fractura

Los empresarios vascos temen que el plan de Ibarretxe afecte a la actividad económica, a las inversiones y a sus ventas fuera de Euskadi. Pero sus temores no quedan ahí. También opinan, y así se lo dijeron al lehendakari, que su propuesta está planteada desde la 'unilateralidad' y, por tanto, corre el riesgo de crear mayor fractura en la sociedad vasca. Esta advertencia contenida en el documento pactado por las tres patronales encerraba casi un presagio de lo que les puede terminar pasando a ellas.El 2 de octubre, el Círculo de Empresarios Vascos, que reúne a título personal a algunos de los principales patronos de Euskadi, censuró el plan de Ibarretxe y advirtió de que podía 'ahondar la fractura social'. Su opinión fue minusvalorada por dos miembros del Gobierno autónomo: su portavoz y consejero de Industria, Josu Jon Imaz, y la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, que recalcaron que quienes debían opinar eran los representantes de Confebask. Esa opinión llegó, pero no en el sentido que ambos esperaban. Aunque el Ejecutivo vasco no ha querido terciar oficialmente en la polémica, tampoco se ha mantenido del todo al margen. Tras el Consejo de Gobierno del pasado martes, Imaz aseguró que el Gabinete aceptaba todas las posiciones. Pero sugirió que el documento representaba sólo a Knörr y que en Confebask había problemas.Algunos empresarios estudian proponer a sus territoriales una declaración de apoyo expreso a Knörr, pues lo sucedido, recalcan, 'es indignante'.

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