Los riesgos de las aguas del Segura
La muerte de 18 toneladas de peces en el Fondo d'Elx confirma la elevada toxicidad en el río
Las más de 18 toneladas de peces muertos que se han recogido durante la última semana en el Parque Natural del Fondo d'Elx han levantado la voz de alarma sobre la salud de uno de los humedales más importantes del sur de Europa y del estado calamitoso de las aguas del río Segura, principal suministrador hídrico del parque.
Brigadas forestales recogieron durante siete días los cadáveres de carpas y mújoles adultos fallecidos a consecuencia de un proceso natural, que se achaca a las malas condiciones del agua del río Segura. En el punto de mira se encuentran la Confederación Hidrográfica del Segura y la Comunidad de Riegos de Levante, responsables directas de la calidad de las aguas del río, y por ende, del Fondo. Ambas entidades han rechazado toda responsabilidad. El director del Parque, Alejandro de la Vega, apuntó al proceso de 'hipereutrofia' como la causa de la muerte de los animales. El proceso se produce por una falta de oxígeno en las aguas de las charcas del humedal. El exceso de materia orgánica que arrastra el agua consume todo el oxígeno y ahoga a los peces. Francisco Gómez, del grupo ecologista Margalló de Elche, señaló que este trágico suceso invierte el proceso de regeneración del parque, que estaba viviendo uno de los mejores momentos de los últimos años. 'Desde hace una temporada que se había registrado importantes puestas de aves', recordó. La mortandad de peces rompe así un equilibrio que, tarde o temprano, afecta al resto de hábitat del humedal.
'El peligro está ahí, y no habrá solución hasta que las aguas del Segura bajen limpias'
No obstante, tanto Gómez como el portavoz de la asociación Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA), Miguel Ángel Pavón, coinciden en destacar la repetición cíclica de episodios trágicos como el último ocurrido en el Fondo. 'El humedal se encuentra en permanente crisis', que se arrastra gracias a la imposibilidad de las administraciones para regenerar las aguas contaminadas del Segura. Lo peor, según los grupos ecologistas, es que se pone en peligro una zona de gran valor, que sirve de punto de paso de más entre África y Europa de dos centenares de especies distintas.
La Consejería de Medio Ambiente, que declaró Parque Natural a esta zona en 1994, considera que el Fondo es el segundo humedal en importancia de la Comunidad Valenciana, que se encuentra protegido como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). La presencia de más de 15.000 ejemplares de pato colorado, cerceta pardilla, la focha común o el porrón común convierten este paraje en el cuarto de España por su importancia como área de acogida durante el invierno.
El parque natural sufrió durante el primer quinquenio de los noventa una importante sequía que acabó con cientos de ejemplares de flamencos. La falta de agua dejó al límite la existencia del humedal, que recobró vida con las lluvias a partir de 1995. El río Segura volvió a ser el protagonista de este episodio. A principios de agosto de 2000 se hallaron cerca de 1.200 ejemplares de aves muertas. La causa se atribuyó a la presencia de la bacteria de la salmonelosis, que se introdujo en las charcas con la entrada de agua del Segura. La mortandad afectó a especies en peligro de extinción: la malvasía cabeciblanca y la cerceta pardilla. En 1997, una epidemia de botulismo fulminó otros 3.000 ejemplares de aves. Cada cierto tiempo, se encuentran sobre las aguas episodios menores de mortandad de aves.
Regenerar la calidad del agua del Segura se ha convertido para los agentes conservacionistas en el punto fundamental en la lucha por salvar el Fondo. Sin embargo, las palabras del consejero de Medio Ambiente, Fernando Modrego, causaron hace meses el desánimo: 'No es necesaria la construcción de una planta depuradora en el parque'. Opinión que Pavón considera que, a la luz de lo ocurrido, 'ha quedado demostrado que estaba equivocada'. El grupo ecologista AHSA considera fundamental la inversión prometida de 300.000 euros para una estación depuradora biológica en la zona, que filtre las aguas que entran en el paraje. Esto, según Pavón, hubiera evita la muerte de los peces esta semana.
Esta dejación de funciones llevó al grupo Ecologistas en Acción a denunciar ante la Guardia Civil a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y a la Consejería de Medio Ambiente. Además, los ecologistas se encuentran personados como acusación en el proceso judicial abierto en Orihuela contra los ex responsables de la CHS y la contaminación de las aguas del Segura. La Confederación y Riegos del Levante son los responsables de velar por la calidad mínima de las aguas, que entran en el parque y que se utilizan para el riego en la zona. 'El peligro está ahí, y no habrá solución hasta que las aguas del Segura bajen limpias', señaló Francisco Gómez, del grupo Margalló.
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