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GESTIÓN Y FORMACIÓN

Juegos de estrategia

Un programa de simulación enseña a los directivos a competir por la conquista del mercado

Seis equipos, seis empresas, ocho decisiones y un solo mercado. Con estos elementos y un programa de simulación, el Colegio de Economistas de Madrid ha diseñado un curso para enseñar estrategia a directivos. Deben actuar pensando en su situación, pero también en la de sus competidores.

Una de las metas del curso Juegos de Empresa es que los asistentes aprendan hasta qué punto decisiones tomadas en distintos niveles pueden afectar a la marcha de la compañía. Cada decisión va restringiendo las opciones futuras y, como en un libro de elige tu propia aventura, al final uno encuentra un capítulo triunfal o uno nefasto.

Isidro de Pablo, catedrático de Organización de Empresas y profesor del curso, cree que el programa Empresa permite abordar 'contenidos muy técnicos, como la configuración de una salida a Bolsa, de manera práctica y amena. Es casi como jugar al Monopoly'. Para Jesús Lizcano, catedrático de Economía Financiera y responsable de formación del Colegio, la herramienta 'obliga a trabajar en equipo'. El programa ha sido diseñado por un equipo de economistas e informáticos en el Instituto Universitario de Administración de Empresas (IADE) y se ha usado en 200 cursos, en España y fuera.

El programa ha sido diseñado por un equipo de economistas e informáticos y se ha usado en 200 cursos, en España y fuera

Empresa es una fuente de datos que maneja el profesor y recoge, con cifras y gráficos, las variables de las compañías en juego: demanda, inversión, ventas. Y cómo cambian éstas con cada decisión. 'Con los despidos, por ejemplo, aumentan inicialmente los costes laborales derivados de las indemnizaciones y se resiente la producción', explica de Pablo.

Los participantes forman seis equipos-empresas y adoptan distintas funciones: responsable de Marketing, gerente, etcétera. Todos los departamentos tienen voz y voto. 'No aprendes sólo contabilidad o finanzas, sino a gestionar', dice De Pablo, y a 'tener un ojo puesto en la compañía propia y otro en la del competidor'.

Primero, el profesor explica la teoría, y después invita a tomar una decisión práctica. Algunos de los contenidos que se analizan son previsión de demanda, gestión de inventarios, programación de la producción o gestión de tesorería. El programa, que tiene una duración simulada de dos años, arroja informes sobre los puntos débiles de cada compañía.

El profesor es el único que accede a las cifras de todos los equipos y controla el mercado. Se convierte en el regulador (subiendo o bajando los tipos de interés), la banca (prestando dinero) o el analista (vendiendo 'estudios' que reflejan la situación del sector).

El ambiente, dice De Pablo, es de sano desafío. Lizcano afirma: 'Van como locos a la impresora para sacar todos los datos rápidamente y analizarlos'.

Al final del curso, un informe de gestión sirve para comprobar hasta dónde se ha podido llegar. Las cifras mandan y determinan claramente quién ha conseguido más de su empresa, teniendo en cuenta cómo la encontró. Es el ganador.

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