Lo que hay detrás del girasol verde
Els Verds aspiran a lograr representación parlamentaria tras renovar la coalición con Esquerra Unida y rechazar al Bloc
El ecologismo político se presentará a las elecciones autonómicas de 2003 de la mano de Esquerra Unida, en lo que aparentemente supone una reedición de la coalición electoral de 1995. Sin embargo, las condiciones han variado sustancialmente. Tras una fallida coalición autonómica con el Bloc en 1999 que sólo duró hasta el día después de las votaciones, Els Verds del País Valencià concurren ahora otra vez de la mano de Esquerra Unida -y también con Esquerra Valenciana- pero en mejores condiciones. El ascenso del ecologismo político en toda Europa y el valor cualitativo de los votos que aportan Els Verds son las claves de la nueva situación.
En la coalición de 1995, Els Verds sólo obtuvieron, a cambio de renunciar a presentar candidatura propia, un puesto de asesor en el grupo parlamentario de Esquerra Unida. En 1999, el acuerdo con el Bloc incluyó una mejora en la representación institucional del girasol verde y les permitió lograr presencia en la Diputación de Alicante y en la Federación Valenciana de Municipios y Provincias. En 2003, el acuerdo de Entesa -que Esquerra Unida ha ratificado en referéndum y Els Verds validará el día 24 en asamblea- garantiza al ecologismo político representación parlamentaria en las Cortes Valencianas.
La Entesa garantiza a Els Verds el segundo puesto en la candidatura por Valencia -que supone un escaño seguro en caso de superar el 5% de los votos que da presencia en el Parlamento-, y el cuarto en las listas de Alicante y Castellón.
Pero tras el girasol verde que en las encuestas aparece como la segunda preferencia de los votantes -situación que revela por ahora simpatía hacia la marca pero que no se traduce en votos decididos- hay una estructura diferente a la de los partidos tradicionales.
El ecologismo político se estructura como un juego de cajas chinas. Els Verds son un partido de ámbito autonómico compuesto por 20 colectivos (de más de cinco militantes) de ámbito local y comarcal, que disponen de autonomía en sus ámbitos respectivos. Els Verds a nivel estatal forma parte del partido confederal Los Verdes -donde como tercer partido asociado en número de militantes tras Andalucía y Baleares cuenta con tres de los 18 representantes de la mesa confederal- que, a su vez, forma parte de la Federación Europea de Partidos Verdes.
En total la estructura partidaria del ecologismo político la mantienen en el País Valenciano un grupo de algo más de 300 militantes cualificados, de los que 70 forman el colectivo de Valencia capital. En el último año se han creado cuatro colectivos locales que se han sumado a los 16 existentes y se han incorporado medio centenar de militantes hasta superar los tres centenares.
'No somos una organización tradicional, trabajamos en red, de tal manera que la diferencia entre los que son militantes y los que no quieren serlo pero participan se diluye', explica David Hammerstein, portavoz de Els Verds en Valencia.
El ecologismo político cuenta con dos concejales en Villena y uno en los ayuntamientos de Callosa del Segura, Quatretonda y L'Orxa.
El voto verde en España, incluido el ecologismo político del País Valenciano, es el que tiene menor presencia institucional en la Unión Europea, aunque las expectativas han cambiado. La razón del optimismo sobre el futuro de esta formación política -que en cada convocatoria electoral debe luchar contra la confusión que producen otras candidaturas con la palabra verde o ecologista- se debe a que ha solucionado las contradicciones entre realistas y radicales que en los ochenta y los noventa lastraron sus expectativas electorales. Els Verds no son un movimiento ecologista. 'Compartimos con los ecologistas los análisis radicales que hacen de las crisis [de crecimiento], pero aplicamos realismo y pragmatismo', argumenta Hammerstein, 'los grupos ecologistas son movimientos sociales que deben reivindicar sin hipotecas en cada momento lo que creen oportuno. Nosotros queremos formar mayorías de progreso con elementos crecientes de ecología política'. 'No somos maximalistas. Hemos demostrado que somos responsables en los gobiernos [autonómicos de Andalucía y Baleares donde gobiernan con el PSOE y con una coalición multicolor, respectivamente] y aportamos renovación', sentencia.
La dirección de Els Verds explica que 'es difícil tener voz pública cuando no se está en las instituciones', lo que puede generar la sensación de que el ecologismo político sólo aparece en las convocatorias electorales buscado por otros partidos que quieren un plus electoral. Un plus que en la Comunidad Valenciana ha representado hasta ahora, aproximadamente, un 1% de los votos que tienen una ventaja añadida: el voto verde suma y no resta en el electorado tradicional de las fuerzas de izquierda. Un aporte esencial cuando se trata de superar la barrera del 5% en el sistema electoral.
Europeístas, críticos y permeables a los movimientos sociales, Els Verds apuestan por liderar el debate político del siglo XXI desde una posición de minoría cualificada en gobiernos de progreso.
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