El hospital de la vieja cárcel de Carabanchel será el mayor centro para internar a extranjeros

El antiguo hospital Penitenciario de Carabanchel será el mayor Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Península, con 300 plazas, sólo superado por el de Fuerteventura, la isla de las pateras. José María Álvarez del Manzano, alcalde de Madrid, y Ángel Acebes, ministro del Interior, firmaron ayer un convenio para acelerar las obras y sacar el actual CIE de los sótanos de un edificio policial de Moratalaz. El proyecto se declara 'de excepcional y urgente interés público', pese a que a los vecinos de la zona les interesaba que se convirtiera en hospital público.

El hospital de la vieja cárcel de Carabanchel (cerrada en noviembre de 1998) permitirá albergar con holgura las instalaciones del Centro de Internamiento de Extranjeros y también las dependencias administrativas de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación (dispersas en varios edificios de la capital) de la Jefatura Superior de Policía de Madrid y las de la Comisaría de Latina. Pero, además, según Álvarez del Manzano, esta actuación urbanística irá acompañada 'de la creación de 23.100 metros cuadrados de zonas verdes y unas 1.300 viviendas'.

Las obras de rehabilitación, cuyo proyecto ha sido encargado a la sociedad de arquitectura Internacional Building & Planning SRL, se verán aceleradas gracias al convenio firmado ayer. De otro modo, Interior tendría que esperar a la elaboración de un plan especial para poder iniciarlas. El alcalde y el ministro explicaron que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Madrid recoge la 'obligación' de mantener el hospital para destinarlo 'a servicios públicos colectivos, algo que encaja perfectamente con los objetivos de seguridad y protección ciudadana que le pretende dar Interior'.

El edificio se levanta en la avenida de los Poblados sobre una parcela de 15.127 metros cuadrados, que fueron comprados en 1940 (al igual que el resto de terrenos en los que sigue la vieja y cerrada cárcel) a José Mesía y Stuart, duque de Tamames y de Galisteo, a 5,25 pesetas el metro. El hospital tiene tres alas y una superficie total construida de 10.652 metros.

El fin de Tacona

'El proyecto responde a la necesidad de tener en un sitio con dignidad y orden a los extranjeros pendientes de expulsión', explicó Álvarez del Manzano. Cuando esté terminado, podrán trasladarse hasta el viejo hospital las instalaciones del actual CIE de Madrid, situado en los bajos de un edificio policial de la calle de La Tacona (Moratalaz), compartido con los policías antidisturbios y cuya fachada se hizo famosa por la serie televisiva Brigada Central.

Las instalaciones actuales tienen capacidad nominal para 120 inmigrantes y por ellas han pasado entre enero y junio pasados 480 inmigrantes. La fiscalía recomienda que no se sobrepase la cifra de 60 internos. Los centros de internamiento, que no tienen la consideración de cárcel, son utilizados para retener a los extranjeros detenidos sobre los que pesa una orden de expulsión. El tiempo máximo de estancia es de 40 días, transcurrido el cual el extranjero debe ser expulsado, si se concluye su expediente, o liberado, en el caso de que no sea posible acreditar cuál es su país de origen.

El convenio seguramente no satisfará a los 500.000 vecinos de los distritos de Carabanchel y Latina, quienes reclaman que todos los terrenos de la cárcel se destinen a equipamientos sociales, educativos y sanitarios para ellos. De hecho, la Coordinadora Vecinal de Carabanchel y Latina, que ha convocado varias manifestaciones en los últimos años, pretendía que el vetusto hospital se rehabilitara para ser el centro sanitario de cabecera de la zona, ya que ahora deben desplazarse hasta el Clínico, en Moncloa.

Izquierda Unida calculó hace tres años que la operación urbanística en la zona, sobre todo la anunciada construcción de pisos, generaría un negocio de 35.000 millones de pesetas. Quizás por ello el alcalde subrayó ayer que la operación del hospital irá acompañada de la creación de '110.000 metros cuadrados de equipamientos, zonas verdes e infraestructuras' y posibilitará 'prolongar el camino de los Ingenieros, facilitar la conexión de la avenida de los Poblados con la calle de Ocaña y la de ésta con las calles de Monseñor Óscar Romero y del Pingüino'.