Puig abre una polémica al proponer revisar el Plan General Metropolitano

El consejero de Política Territorial, Felip Puig, ha enviado una carta a los ayuntamientos del área metropolitana de Barcelona en la que les notifica su voluntad de promover la revisión del Plan General Metropolitano (PGM). Puig les pide que designen sus representantes e interlocutores para el proceso.

La propuesta de Puig abre una nueva polémica y se va a encontrar con varios problemas: el primero es que los ayuntamientos no tienen intención de colaborar en el asunto. Pero, además, el Gobierno catalán no tiene competencias para revisar el plan y tampoco existe el organismo legal para hacerlo ya que CiU impuso en el Parlament la disolución de la Corporación Metropolitana de Barcelona, pero no ha presentado todavía el Plan Territorial Metropolitano que permitiría un organismo sustitutorio.

El Plan General Metropolitano fue aprobado en 1976, tras varios años de intenso trabajo. Uno de sus principales redactores, Joan Anton Solans, fue el responsable de urbanismo del Gobierno catalán, de donde salió por sus discrepancias con el consejero Pere Macias. El PGM ha servido durante todos estos años para realizar la planificación urbanística, ya que determina qué suelo es urbanizable, industrial o reservado para servicios. La carta de Puig fue interpretada ayer como una broma ácida por los socialistas.

Responsables de varios ayuntamientos metropolitanos comentaron ayer la iniciativa de Puig sobre el PGM y decidieron dar una respuesta común: 'Es una actitud electoralista a la que CiU ya nos tiene acostumbrados. Lo hace cada vez que se avecinan campañas electorales', afirmó un portavoz municipal en nombre de varios consistorios. Y añadió: 'Es una baladronada. No tiene competencias para hacerlo porque el PGM sólo puede ser revisado a instancia de los ayuntamientos. No hay un marco territorial donde revisar el plan, por propia incompetencia del Gobierno catalán, que disolvió la corporación y durante años y años ha sido incapaz de redactar el plan territorial metropolitano'.

Y por si alguien tuviera alguna duda, siguió diciendo: 'Los ayuntamientos no tenemos la más mínima intención de colaborar porque no es una propuesta seria y, sobre todo, porque consideramos que el PGM ya está bien como está y sirve para lo que tiene que servir, con las modificaciones que se han ido haciendo cuando ha sido necesario'.

La propuesta de Felip Puig no es nueva, aunque sí lo es la fórmula utilizada: una carta a cada uno de los alcaldes afectados. Puig ya sugirió la conveniencia de revisar el plan el 11 de febrero del pasado año, en una conferencia pronunciada en Barcelona.

La reforma del PGM es una de las banderas del grupo municipal de CiU. El actual presidente del grupo, Joan Puigdollers, argumenta para ello el alto grado de modificaciones realizadas. En Barcelona, según un análisis efectuado por Puigdollers hace ahora un año, el 27% del suelo ha sido recalificado respecto a los usos que le asignó en 1926 el Plan General Metropolitano.

Si CiU es favorable a la revisión, los socialistas son acérrimos contrarios. El diputado Manel Nadal lo rechazó ayer de plano. 'Es que, aunque quisiéramos, en esta legislatura no habría tiempo para hacerlo', dijo. Xavier Casas adujo que hay un motivo más para no proceder a la revisión: 'Comportaría la supresión de licencias en toda el área metropolitana, lo que podría durar hasta cinco años'.