La tecnología española presente en ETRE confía en la especialización para abrirse paso
Sevilla reunió a 350 ejecutivos de la vanguardia mundial -La cita anual es un club cerrado que facilita los contactos personales entre inversores, emprendedores y los líderes tecnológicos -El sector ve Asia como un mercado emergente
Sevilla reunió la semana pasada a 350 ejecutivos de la vanguardia tecnológica mundial. Allí estaban Craig Barrett, de Intel; Charles Wang, de Computer Associates; Tim Koogle, de Yahoo!, y así hasta varios centenares llegados a Sevilla desde 35 países. No estaban allí para hacer turismo, sino que se recluyeron en un hotel de lujo, en donde desde las siete de la mañana hasta entrada la madrugada exponían lo último de su tecnología con el propósito de conseguir contactos o contratos. Era un conferencia europea, celebrada en Europa, pero se habló mucho del papel que Asia tendrá en la recuperación del sector.
En medio de este tráfico internacional de negocios y materia gris, sólo había 10 empresas españolas. Los empresarios españoles habían vivido el boom del sector tecnológico y ahora intentan capear el temporal de la crisis.
En Sevilla estaban Jorge Mata, vicepresidente de MyAlert, empresa de servicios para telefonía móvil que en agosto abandonó los números rojos, y Rodolfo Carpentier, que lleva más de 20 años involucrado en la Red, y ahora ha creado Digital Assets Deployment para ayudar a las empresas a aprovechar sus activos digitales.
Éstos, así como los ejecutivos de Viacarla, Newknow, Telvent Interactiva, Care Technologies y los representantes de los fondos de capital riesgo Apax, Latin Rim y la aceleradora de negocios Creara, se paseaban por el hotel intentando ser escuchados. Su única ventaja, entre los monstruos tecnológicos, es la especialización en pequeños nichos de mercado, y también su tecnología punta, que la tienen. 'Nuestra tecnología es única, pero la clave es que nos conozcan. Aquí buscamos los contactos para conseguir capacidad de distribución global', dice Javier Cabrerizo, de la empresa Newknow.
ETRE no era una exhibición de tecnología, más bien parecía un club de contactos. Finalmente, las empresas tecnológicas de lo que más necesitados están es de relaciones humanas. Sin ellas no hay negocios.
Los españoles que asistieron a ETRE son viejos conocidos del mundo tecnológico. Mata, vicepresidente de MyAlert, participó en el debate El fin del Internet gratis. Era la cuarta vez que iba a la conferencia de ETRE. En la primera le tocó pasar el trago de contar en 90 segundos en qué consistía su start up, y demostrarle a un jurado de inversores qué tenía MyAlert que no tenían las demás. De esos 90 segundos dependía la financiación. Tuvo éxito.
MyAlert se fusionó el año pasado con Buongiorno. Desde agosto ha alcanzado la rentabilidad. 'Empezamos con alertas gratuitas: creíamos que la publicidad nos daría dinero suficiente; pero falló y cambiamos el modelo de negocio. Hoy es de pago'.
MyAlert facturará 40 millones de euros en 2002. ¿El filón? 'La publicidad a través de los mensajes cortos (SMS)'.
La misión sevillana de Rodolfo Carpentier, que en su momento ayudó crear Servicom o la incubadora Netjuice, era 'recabar información' para su nuevo negocio: Digital Assets Deployment, una consultoría que ayuda a las empresas a rentabilizar sus activos digitales. Carpentier cree que el éxito 'llegará a las empresas que entiendan que este es un mundo global'. Sus claves para ser rentables en medio de la crisis: 'Reorientar el negocio, reducir gastos y dar servicios de valor añadido'.
En medio de la tormenta, Gregory Lee dice que Viacarla 'ha sobrevivido'. Viacarla ofrece software y servicios de almacenamiento fotográfico. Lee, su director general, considera que la especialización ha sido clave: 'Ninguna pyme puede abarcar muchos segmentos del mercado'. El suyo es de los pocos que sigue creciendo: unos 50 millones de personas tienen cámaras digitales en el mundo, 'pero los servicios gratis no dan dinero. Nosotros empezamos ofreciendo al consumidor espacio gratuito para almacenar las fotos digitales, pero ya no'. Ahora, buscan socios y alianzas en el sector fotográfico tradicional. En España, con Cialit, la empresa de Fotosistemas y distribuidor de QSS. En el mundo, con Agfa y Kodak.
Bancos, entidades finacieras, fondos de capital riesgo, operadoras o eléctricas han cambiado radicalmente sus estrategias: las inversiones en puntocom se han frenado.
En el ETRE sevillano había pocos nuevos fondos de capital riesgo. Julien Nguyen, que creó uno para el fabricante de semiconductores Applied Materials, aseguró: 'Probablemente un tercio de los fondos actuales desaparecerán, especialmente los que se centraron en la Red'.
¿No hay dinero? 'Sí. Nosotros sí', dice Borja Martínez, director de Apax Partners en España. 'Nosotros tenemos 4.400 millones de euros para invertir en Europa hasta 2005. Nuestras inversiones siempre están diversificadas. Además, ahora se invierte en función de los resultados. Las oportunidades ahora son los servicios y en la integración de sistemas'.
Lo mismo piensa Emilio Iborra, de la empresa alicantina Care Technologies, creada en 1998. 'Los inversores han abandonado el escaparate Internet; pero hay dinero, al menos para invertir en nuestro sector, la automatización. De alguna manera es un regreso a los orígenes: conseguir que la informática mejore las procesos productivos de la empresa'.
Iborra presentó Olivanova, que automatiza los procesos de desarrollo de software; los de Newknow, una de las 10 start up que salieron de Meta 4, desarrollan un software de inteligencia artificial y Telvent Interactiva, del grupo Abengoa, automatiza los procesos de negocio. Todos ellos han optado por la máxima especialización; pero la calidad no les garantiza el éxito. 'Por eso venimos a ETRE', dice Adolfo Borrero de Telvent. 'Aquí encontramos a nuestros socios potenciales. Aquí hacemos contactos'.
Piqué no entra en ETRE
Josep Piqué quería, pero no lo consiguió. El ministro español de Ciencia y Tecnología pretendía inaugurar la conferencia europea sobre tecnologías de la información (ETRE), el congreso que reunía a la flor y nata del sector tecnológico mundial en Sevilla.
Tras esperar más de media hora en una sala a que le dieran la palabra, el ministro y su séquito de guardaespaldas se marcharon por donde habían venido, con cara de pocos amigos.
La mayoría de los asistentes ni se enteró ni, por otro lado, le conocían. Además, en el orden del día tampoco estaba prevista su aparición. Simplemente, Piqué llegó demasiado tarde: al día siguiente de la inauguración del congreso; incluso una hora después de que arrancara la segunda jornada del ETRE. En ese momento hablaba en el auditorio el director general de NCR, Lars Nyberg. Para los organizadores no había discusión: el engranaje de ETRE no lo para nadie. Ni el ministro español de Tecnología.
Las reglas del juego
En el ETRE sin la tarjeta de identificación en la solapa no existes. Y para conseguirla hay que pagar dinero. Todos los asistentes pagaron 5.700 dólares para entrar en la conferencia europea anual que se celebró en Sevilla la semana pasada. Casi un millón de las antiguas pesetas que no se ahorraron ni la mayoría de periodistas. Los de TVE pudieron comprobarlo: les impidieron acceder al auditorio para grabar la fracasada inauguración del ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, porque no llevaban la tarjeta identificativa pegada a la solapa. Así son las reglas del juego.
Además, ni pagando se accede a la conferencia si no se recibe previamente una invitación. El ETRE es una conferencia anual sobre tecnologías de la información. También es un exclusivo club privado donde se reúnen todos los años las estrellas del firmamento tecnológico de 30 países distintos. Al ETRE van a hacer negocios, hacer contactos e intercambiar información de primerísima mano. Con los 5.700 dólares no sólo acceden a las charlas y presentaciones de empresas. También tienen derecho a la habitación del hotel, comida, cena, ruta turística e incluso torneo de golf.
Para la mayoría, el precio es lo de menos: 'Lo importante es conseguir el Who is who [un libro donde aparecen todos los participantes y las empresas, sus datos y los motivos que les llevan a la reunión]; hacer pasillo, intercambiar tarjetas de presentación y codearte con los que mueven los hilos en este sector', explica el mexicano Roberto Medrano, de la empresa de seguridad Poli Vec.
Desde hace 12 años, el grupo DASAR organiza estos encuentros entre emprendedores, inversores y grandes directivos de empresas tecnológicas en una ciudad diferente de Europa. Una ocasión única para charlar con los líderes sin necesidad de pasar previamente por el filtro de la secretaria.
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