Muere el hombre que fue atacado por dos perros tras saltar una valla
Los animales, cruce de rotweiler y mastín, le arrancaron las extremidades
Juan José Plaza, de 28 años, murió ayer tras permanecer durante 12 días en estado crítico en el hospital de Alzira (Valencia) como consecuencia de las brutales mordeduras de dos perros, Batiste y Tayson, cruces de las razas rotweiler y mastín leonés. Los canes se encontraban en el interior de una masía de Carcaixent, al sur de Valencia, a la que el fallecido y otro compañero entraron supuestamente a robar en la madrugada del pasado 3 de octubre. La investigación que después de los hechos abrió una juez de Alzira arroja, según el abogado que ejerce la acusación particular, Daniel Rodrigo, que los canes se encontraban sueltos en el interior de la masía, cuyo acceso estaba flanqueado por alambrada y muro de cuatro metros de altura; que sólo uno de los perros, Tayson, tenía suscrita una póliza de seguro de responsabilidad civil de 120.000 euros -que caducaba dos días después de los hechos- y que no figuran registrados como perros peligrosos. Los dueños de los animales están citados a declarar mañana.
María Dolores Batalla, alcaldesa de Carcaixent aseguró ayer que 'el Ayuntamiento no tiene censados a esos perros'.
La Generalitat valenciana aprobó el 26 de septiembre de 2000 un decreto que regula la tenencia de animales potencialmente peligrosos, como desarrollo de lo que establece la Ley 50 de 1999 sobre Régimen Jurídico de Tenencia de Animales Potencialmente Peligrosos. Entre otras cosas, la norma autonómica establece la obligatoriedad de censar a los animales potencialmente peligrosos, entre los que está el rotweiler y cualquier cruce con esta raza, para obtener una licencia administrativa.
Además, exige para ello a los dueños que pasen un examen de actitudes psicológicas, que no consta en los autos de la investigación. Asimismo obliga a suscribir una póliza de seguro de responsabilidad civil no inferior a 120.000 euros (20 millones de pesetas), que sobre el can Batiste no consta en los autos. Y a todo ello se agregan aquellas exigencias que contemplen las ordenanzas municipales.
La norma de la Generalitat valenciana especifica que los canes peligrosos deberán permanecer atados incluso en el interior de un recinto privado o bien sueltos en un habitáculo sin acceso para las personas.
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