'Bienvenido, Mister Marshall' sería hoy 'más bestia', afirma Berlanga
Una exposición en el Círculo de Bellas Artes recupera la historia del filme realizado en 1952
'Welcome, Bienvenido, Hola', son las palabras que figuran en las pancartas que hace 50 años escribieron los vecinos de Villar del Río para recibir a los americanos en Bienvenido, Mister Marshall. Ayer, fue lo primero con lo que se topó el director de la película, Luis García Berlanga, cuando se acercó a la exposición ¡Americanos! Bienvenido, Mister Marshall, 1952-2002, uno de los actos organizados por el Círculo de Bellas Artes de Madrid (Marqués de Casa Riera, 2), para celebrar el medio siglo de este filme.
La muestra recoge desde el telegrama que envió Miguel Mihura, coguionista de la película junto con Berlanga y Juan Antonio Bardem, cuando se enteró de que había recibido el Premio Internacional a la Película de Buen Humor en el Festival de Cannes, en 1953, al plan de rodaje, pasando por algunos de los trajes que utilizaron sus estrellas. Berlanga comentaba entre incrédulo y sorprendido algunos de los elementos que se han recuperado para la exposición, muestra que se inauguró ayer y se prolongará hasta el 13 de noviembre.
Suena la voz en off de Fernando Rey con los primeros planos de la película: 'Pues señor, érase una vez un pueblecito español, un pueblecito cualquiera...', mientras Luis García Berlanga comenta que Bienvenido, Mister Marshall es una película que se podría hacer de nuevo, si bien 'hoy sería más bestia, teniendo en cuenta el poder del Imperio'. 'Mi trayectoria vital ha sido la de atacar siempre a la sociedad que me rodea', añade el realizador. 'Evidentemente, hay diferencias entre la España de hace medio siglo y la de ahora, pero hay una cosa que no ha cambiado en absoluto y es que el individualista, el libertario, sigue siendo aplastado por el colectivo', sentencia.
Berlanga, un novato cuando se dispuso a realizar esta película, recuerda el rodaje, que se prolongó durante casi diez semanas, como 'difícil y áspero'. 'Tuve que soportar bastantes novatadas y no fue nada fácil superar esa situación', añade. Ésta era la primera película que dirigía en solitario, después de codirigir con Juan Antonio Bardem Esa pareja feliz. 'Mi película', apunta Berlanga, 'suponía un ataque a la sociedad de aquellos años y al poder que entonces representaba Estados Unidos por obra y gracia del Plan Marshall, cuyo objetivo pretendía librar a Europa del atolladero económico que le había dejado la II Guerra Mundial'.
Ahora, con el paso del tiempo, Berlanga se sorprende de su inconsciencia y dice que la mejor manera de aprender a hacer cine es haciendo meritajes. 'Lo más importante para alguien que quiera aprender, como en cualquier oficio, es ponerse al lado de la cámara'.
La exposición, que se compone mayoritariamente de fotografías, muestra a algunos de los entrañables personajes que participaron en el rodaje. Asomados al balcón del Ayuntamiento de Villar del Río aparecen José Isbert y Manolo Morán, y, cómo no, esos vecinos que se ilusionaron con una fantasía y que deseaban que sus sueños se cumpliesen gracias al dinero de los norteamericanos.
Cuando se contempla en las vitrinas de la exposición el storyboard del filme parece casi imposible que con él se pudiese llegar a realizar esa fantástica película. En un cuaderno cuadriculado, y a pluma, se encuentra dibujado cada plano que se deseaba rodar.
Al margen de la muestra, pero en el marco de la conmemoración del inicio del rodaje de Bienvenido, Mister Marshall hace medio siglo, se va a proyectar la película hasta el 29 de octubre, de lunes a domingo, a las 17.30 en el cine estudio del Círculo de Bellas Artes.
Y el sábado, en Guadalix de la Sierra, se celebrará una fiesta en la que los habitantes se vestirán tal y como describe la película, y simularán de nuevo la fantasmal llegada de la comitiva estadounidense.
Babelia
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