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Fermín Muguruza propone un viaje interior en su nuevo disco

El iruñés Fermín Muguruza (1963) edita en estos días In-komunikazioa, su tercer disco en solitario, en el que plantea un viaje interior muy distinto a su prolija obra discográfica, combativa y de contenido político explícito a lo largo de dos décadas como compositor, productor y componente de dos grupos míticos del rock radical vasco: Kortatu y Negu Gorriak. Este nuevo álbum, según su autor, 'es como un desnudo, porque abres, buscas esto y encuentras lo otro. Hay convicciones, pero también muchas dudas. Hay blindajes para resistir, pero también fragilidades. Es el ying y el yang, el intento de mantener el equilibrio. Más que una proclama, es una propuesta'.

En el transcurso del pasado año y medio, Fermín Muguruza tomó una decisión de carácter orgánico: 'Al final de mi última gira decidí callar, cosa que aprendí de los zapatistas para los que el silencio también dice mucho. Busqué no estar opinando constantemente, no hacer entrevistas, ni ruedas de prensa. Durante un año me he dedicado a pensar'. Este ejercicio de introspección ha cristalizado en In-komunikazioa. 'Aunque siempre digo que no me arrepiento de nada, soy también muy autocrítico. Me parece bien todo el tiempo en el que he estado lanzando proclamas, pero creo que es el momento de cambiar. Me sigo considerando un hombre político y cada canción que hago es una especie de crónica social de lo que veo a mi alrededor. Ahora aspiro a que esa crónica sea más personal'.

Puentes y películas

In-komunikazioa está lleno de referencias poéticas, literarias y cinematográficas. Por ejemplo, el tema que lo abre, Zubizuria, se refiere a la película Los amantes del Círculo Polar, de Julio Medem: 'Julio está preparando un reportaje sobre Euskalerría que creo que va a ser un trabajo importante'. Zubizuria se refiere también a un pasaje bilbaíno de gran calado en el espíritu de Muguruza: 'El puente del arquitecto Calatrava, al que amo aunque hace curva y es muy resbaladizo. Pero, a pesar de eso, hay que intentar atravesarlo siempre. El puente es la construcción que une, que comunica un punto con el otro'. La comunicación -o la falta de ella- en el mundo en el que vivimos es piedra de toque del álbum: 'Imagina la paradoja que es vivir en la era de la comunicación, en la que parece que tienes acceso a lo que está pasando en todo el mundo y en la que, a la vez, la gente está cada día más sola'.

Musicalmente, Muguruza ha enfriado un tanto la fusión caliente que ha caracterizado su producción musical: 'Mi conexión con la ciudad británica de Bristol es muy clara. La fusión que se practica allí es fría, pero sigue teniendo el latido del reggae'. La orientación musical del álbum supone otra novedad: 'Hemos tenido que trabajar mucho las armonías de background, con arreglos de jazz e incluso con una trikitisa, el acordeón diatónico. También hay coros decididamente soul. Tiene cierta profundidad que a lo mejor te sorprende y viene alguno y te dice: 'Oye, igual esto no se puede poner en las fiestas...'. Pues igual no'.

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