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La cocinera que introducía droga

El centro de internamiento de Málaga no ha escapado a la problemática de la droga en las cárceles, a pesar de que no se trata de unas dependencias penitenciarias.

La Fiscalía acaba de formular un escrito de acusación contra una cocinera de este centro de Capuchinos por un delito contra la salud pública. María Dolores L.J. fue detenida en septiembre del año pasado tras descubrir la policía que, en connivencia con dos internos, introducía droga en el centro para su distribución y venta entre las personas allí ingresadas.

La acusada, según la versión del ministerio público, introducía pequeñas dosis de hachís en el centro y aprovechaba la hora del desayuno para entregársela a sus contactos, dos ciudadanos rusos pendientes de expulsión que luego las vendían a los demás internos.

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El negocio se descubrió cuando uno de los rusos fue sorprendido por un polícia con unos ocho gramos de hachís. La investigación posterior permitió descubrir unos días después el escondite que utilizaban para la droga, el hueco de unos tubos de hierro que separaban el comedor del self service del establecimiento.

Allí localizaron varias dosis más de esta sustancia estupefaciente.

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Los dos rusos estaban pendientes de expulsión de España, aunque el expediente no se había materializado porque estaban a disposición de un juzgado para cumplir una pena de un año y diez meses de prisión por un delito de lesiones a un compatriota.

La expulsión en sustitución de la pena fue denegada por la justicia y ahora ambos individuos, al igual que la cocinera, se enfrentan a un proceso por el que les piden dos años de cárcel.

En los últimos años, el centro de internamiento de extranjeros de Capuchinos ha sido una fuente constante de conflictos y de quejas de numerosas asociaciones que trabajan con inmigrantes por las deficientes condiciones tanto de las instalaciones como de la vida que en ella podían realizar los reclusos.

El subdelegado del Gobierno en Málaga, Carlos Rubio, se refirió ayer a la situación del centro y aseguró que ésta mejorará sensiblemente cuando estén terminados los que se construyen en Sevilla y Algeciras y con una ampliación de la plantilla ya prevista.

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