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Crónica:El camino hacia la Eurocopa 2004 | FÚTBOL
Crónica
Texto informativo con interpretación

Los alegres chicos de la triste Irlanda

El seleccionador McIllroy, que ganó a España como jugador, no cuenta con su estrella Lennon

El fútbol no es una religión en Irlanda del Norte; al menos el fútbol irlandés es un asunto menor, apenas seguido por unos centenares de muchachos empeñados en reproducir los conflictos de una zona donde la política y la religión se confunden. La última víctima de la confusión ha sido Neil Lennon, el capitán de la selección, que ha renunciado al equipo de su país tras su conflictiva contratación por el Celtic de Glasgow escocés. Su presencia en ese equipo ha desatado las iras religioso-tribales con su eterno enemigo, el Glasgow Rangers, amenazas de muerte de por medio. Conclusión: Lennon, una de las estrellas irlandesas, ha colgado la chapa con la selección, se ha olvidado de los asuntos no futbolísticos para centrarse en su trabajo cotidiano. Un ejemplo. Un caso más de la absorción del fútbol por los conflictos sociales en un país donde futbolistas católicos y protestantes habían convivido sin mayores problemas históricamente.

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Lo cierto es que el seleccionador McIllrroy se ha quedado sin una de sus estrellas como la expedición se quedó sin maletas a su llegada a España, además de sufrir un retraso de cinco horas. Toda una puesta a prueba de la tradicional flema irlandesa. Aquella que hizo que todos los jugadores de la selección de 1982, tras ganar a España en Valencia, decidideran esperar al goleador Armstrong, que necesitó un par de horas para cumplir con los requisitos del control anti dopaje. Todos a una. Y cuando hizo lo que debía... a celebrarlo todos juntos.

La selección norirlandesa no es una selección de aficionados, pero el fútbol norirlandés sí lo es. Los futbolistas reclutados por McIllroy juegan en la Liga inglesa, con una leve presencia de la escocesa y un extranjero de la Liga holandesa, el delantero del Willen II, Quinn.

Chicos aguerridos, típicos defensores de la tradición del fútbol de las islas, menos evolucionados que el resto de selecciones de aquella zona, pero con un espíritu colectivo a prueba de bomba. Sabedores de su debilidad, corren y defienden como principal argumento. Luego que sea lo que Dios quiera.

Para Irlanda del Norte, el de hoy será su debú en la fase clasificatoria, pero sus antecedcentes cercanos resultan desalentadores. En los cuatro últimos partidos disputados sólo ha marcado un gol, el que consiguió ante Polonia, que a cambio le endosó cuatro. Y eso que entre sus rivales se encuentran Liechtenstein y Chipre.

Para colmo a las bajas de sus figuras, Lennon y Magilton, se han unido las lesiones de los defensas Griffin, del Dundee United, y Mark Williams, del Wimbledon. A cambio, ha recuperado a Taggart, un hombre que ha estado apartado de la selección por probolemas físicos durante un año y ocho meses.

Al menos, al seleccionador Sammy McIllrroy le queda el honor de haber participado en el equipo que ganó a España en el Mundial de 1982. Por eso dejó una frase en el aire para los actuales jugadores: 'Si respetamos a España nos hará mucho daño'. Así que a correr y a intentar atacar, es decir no abandonar a su suerte a McVeigh, del delantero del Norwich, y a Healy, del Preston. Aunque a priori parece que el papel protagonista puede recaer en Taylor, el portero del Fullham.

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