Un estudio revela las diferencias nutricionales de los escolares

Los niños pertenecientes a grupos sociales desfavorecidos tienen reservas de grasas y proteínas más bajas que los de clase media; es decir, los que provienen de barrios marginales se alimentan peor (y son más delgados y más pequeños) que los de zonas más privilegiadas. Así lo indica un estudio sobre el estado nutricional de la población escolar de Córdoba, realizado por Rafael Moreno y Mercedes García, del departamento de Bromatología y Tecnología de la Nutrición de la Universidad de Córdoba. En él participaron 1.588 alumnos de 15 colegios de la capital, de edades comprendidas entre los cuatro y los 12 años.

Según explicó Rafael Moreno, la población infantil española tiende, en general, a ser cada vez más alta y más obesa, y los niños de Córdoba no son una excepción. Esto tiene que ver con un cambio de hábitos generalizado: 'Es evidente que hay más sedentarismo y una ingesta calórica mayor', aclaró el doctor, 'los niños reciben más energía de las que son capaces de gastar'.

Esta situación es más frecuente entre los alumnos de clase media, que tienen reservas de grasa por encima de lo recomendable. Pero también afecta a una parte de los niños pertenecientes a grupos sociales desfavorecidos, acotó el doctor Moreno, para quien los hábitos de alimentación son la clave de esta realidad. 'Las pautas del desayuno tradicional mediterráneo se siguen más en las clases medias y altas; en los estratos más bajos se recurre más a la bollería y a las chucherías. Es lógico, porque a estas familias los mensajes nutricionales les llegan con mayor dificultad'.