17 heridos por el hundimiento de un edificio de tres plantas en Barcelona

Un total de 17 familias perdieron ayer sus viviendas en la explosión y posterior derrumbe de un edificio en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) en la madrugada de ayer. La explosión fue provocada, al parecer, por la manipulación de una bombona de gas. El derrumbe provocó 17 heridos, entre ellos el ocupante de la vivienda en la que se produjo la explosión, que sufrió quemaduras en el 48% de su cuerpo y se encuentra grave.

La explosión se produjo alrededor de las 00.30 en el primer piso del número 4 de la calle de Liszt, en el barrio de Fondo de Santa Coloma, un edificio de tres plantas construido en los años sesenta. A causa del estallido y posterior incendio, la fachada y las dos primeras plantas de la parte delantera de la finca se vinieron abajo, aunque las viviendas construidas en la azotea permanecieron en pie. El estallido provocó también el hundimiento de una parte de la finca contigua y graves desperfectos en su estructura, por lo que ayer empezó a ser derribada completamente.

La policía científica trabaja con la hipótesis de que la explosión pudo ser provocada. Los agentes encontraron una bombona de gas que presumen 'manipulada intencionadamente' en el piso primero tercera, justo donde se produjo la explosión y donde vivía solo Nicolás R. R., de 65 años, el vecino que se encuentra ingresado con graves quemaduras en el hospital de Vall d'Hebrón de Barcelona.

Entre los dos edificios afectados tenían su vivienda 17 familias, según fuentes municipales. De éstas, 12 han sido realojadas provisionalmente en hoteles y pensiones de la zona, y las otras siete se hospedan en casas de familiares. El Ayuntamiento de Santa Coloma organizó ayer una oficina de atención para los afectados e informó de que en unos tres días podrán ser alojados en pisos de titularidad pública.

En cualquier caso, ninguno de ellos pudo volver a entrar en sus vivendas durante la jornada de ayer, porque la parte de los edificios que se mantuvo en pie amenazaba ruina. Sin embargo, durante la tarde, efectivos de los bomberos entraron en los dos edificios para recuperar los objetos y enseres que los ocupantes de las viviendas querían salvar a toda costa. Los bomberos sacaron básicamente documentación. En el instante de la explosión, la mayoría de los vecinos de los dos edificios se encontraba en casa cenando, ante la televisión o durmiendo: 'Salir con vida fue un milagro', coincidieron algunos de ellos.

Un miembro de la familia que ocupaba el piso situado justo encima de donde se produjo la explosión señaló: 'Estábamos cenando, comenzó a temblar el suelo y en unos segundos subió una inmensa bola de fuego y el suelo se vino abajo'.