González reprocha al Gobierno central y a la patronal que apuesten por un 'un país de salarios bajos'

Estaba llamado a impartir la conferencia con la que CEPES, la confederación que representa a las cooperativas y las sociedades laborales, inauguraba ayer curso en su escuela empresarial de Osuna (Sevilla). Pero Felipe González se saltó el guión y prefirió hilvanar reflexiones, 'provocaciones', sobre 'esta tremenda crisis a la que nadie pone nombre'. El ex presidente del Gobierno, criticó que, ante la pérdida de competitividad de la economía española, el actual Ejecutivo central y los empresarios sólo apuesten por 'una país de salarios bajos' y no por estimular la 'productividad personal'.

González comenzó sus 'provocaciones' con una loa al valor de la puntualidad: a la demora en el inicio del acto inaugural, se sumaron las protocolarias manifestaciones del consejero de Asuntos Sociales, Isaías Pérez Saldaña, el presidente del Parlamento andaluz, Javier Torres Vela y el presidente de CEPES, Antonio Romero, que introdujeron su intervención. El ex presidente del Gobierno evitó los formalismos, renunció a 'dar una conferencia' y se apresuró a lanzar sus reflexiones sobre un modelo social y económico que considera 'insostenible'.

De 'esta no crisis', González recordó que la pérdida de valor de las cotizaciones bursátiles en los dos últimos años 'ha destruido cinco veces más riqueza que el crack del 29', el primer reventón histórico de los mercados financieros. El ex presidente del Gobierno no dudó en calificar la situación como 'la más importante destrucción de ahorro del último siglo y medio'.

Para el líder socialista el detonante de la crisis de la llamada nueva economía es 'un monumento a la estupidez': 'Se está diciendo que, por ejemplo, hay saturación en el mercado de los teléfonos móviles cuando sólo lo usa el 18% de la población mundial'. Una muestra más de que el modelo económico es 'excluyente', a lo que González propugna oponer desde la izquierda 'un modelo global, incluyente de nuevos actores y consumidores'.

El ex presidente del Gobierno apostó por una actualización del pensamiento progresista para facilitar 'la creación de riqueza y un buen reparto del ingreso, no de la riqueza que es necesaria para generar más riqueza'. Y consideró que la economía española está muy lejos de ese escenario. 'El principal problema es que la productividad por cada persona ocupada es decreciente y hay una importante pérdida de competitividad', explicó.

Una situación ante la que, según su parecer, el Gobierno actual y los empresarios están empeñados en una receta errónea. 'Esto no se soluciona con salarios bajos y precarización', recalcó González quien echa de menos 'aplicación de tecnología y organización empresarial' para aumentar la 'productividad personal de cada empleado'.

Igual de crítico se mostró con la cerrada defensa del Ejecutivo central del equilibrio presupuestario, 'la sacralización del déficit cero en un momento en que hay más inflación y menos crecimiento económico' y recalcó que hasta el Gobierno norteamericano del conservador George Bush, ha recurrido al déficit.

Oportunidades

'La izquierda debe estar de enhorabuena, porque pocas veces ha tenido tanto trabajo por delante', argumentó González, quien insistió en que la figura del emprendedor es clave en la generación de riqueza. 'Para ser emprendedor, antes hay que ser consciente de qué valor podemos añadir a los demás, soy de los que piensa que una buena oferta crea su propia demanda'. A los gestores de la Escuela de Economía Social Andaluza les pidió que no se limitasen a ofrecer conocimiento, 'igual de importante es la actitud, entrenar qué hacer con ese conocimiento'.

González consideró que cooperativas y sociedades laborales pueden constituir un modelo empresarial 'sostenible' si evitan 'ataques de democratitis en la toma de decisiones que pueden convertirlas en ineficaces'. Para el ex presidente del Gobierno, la corresponsabilidad de los trabajadores en la dirección facilita que los empleados se comprometan en forjar ideas innovadoras y que sean retribuidos adecuadamente, lo que redunda en más productividad.