El BCE apoya a Solbes en el retraso del Pacto de Estabilidad

El comisario de Asuntos Económicos, Pedro Solbes, considera que su polémica propuesta para suavizar las condiciones de cumplimiento del Pacto de Estabilidad se ve reforzada por el apoyo expreso que la misma ha recibido del Banco Central Europeo (BCE).

Fuentes próximas al comisario señalaron ayer que el BCE ha optado por apoyar el plan debido a la mala situación económica internacional, que hace prácticamente imposible que Alemania, Francia, Italia y Portugal logren eliminar sus déficit públicos en 2004. Solbes ha propuesto que el margen se prolongue hasta 2006 (2005 en el caso de Italia), a cambio de que esos cuatro países reduzcan sus déficit a un ritmo del 0,5% anual.

El propio presidente del BCE, Wim Duisenberg, ha declarado públicamente que la propuesta de Solbes es realista y pragmática. Hasta ahora, eran precisamente el Banco Europeo y el comisario Solbes los que habían mantenido las posiciones más ortodoxas con respecto al cumplimiento del pacto y los compromisos adquiridos anualmente por cada país.

Ambos, no obstante, sostienen con firmeza que los objetivos reales del pacto (lograr el equilibrio presupuestario y no superar jamás un déficit por encima del 3% del PIB) permanecen inalterables. Pese a todo, los países que ya han logrado una situación próxima al equilibrio o incluso de superávit, entre ellos España, han criticado con dureza la propuesta de Solbes porque entienden que no es así como se logrará reactivar la economía europea.

El próximo lunes, en Luxemburgo, se prevé una fuerte discusión al respecto en la reunión que mantendrán los ministros de Finanzas de la zona euro (Eurogrupo). En esa reunión, ni en la que celebrará al día siguiente el Ecofin (ministros de Economía de los Quince), no habrá ninguna decisión concreta o votación en ese terreno, pero obviamente la propuesta de Solbes no podrá salir adelante si no se produce un consenso mínimo entre los ministros. El apoyo del BCE al comisario español es clave en esta polémica, sobre todo teniendo en cuenta que tres de los países beneficiados por el plan (Alemania, Italia y Francia) representan el 62% del PIB de la eurozona.