Francis Montesinos abre con acento lúdico la Pasarela del Carmen

El desfile de Francis Montesinos con su nuevo sello Montesinos-Alama en la Pasarela del Carmen con la propuestas para la primavera-verano 2003 constituyó anoche toda una fiesta en la que el consumado estilista valenciano resumió experiencia, refinamiento y un desarrollo de buenas facturas en las prendas que permiten asegurar que éste ha sido su mejor desfile de los últimos tiempos.

Montesinos apoyó el desfile en dos conceptos aparentemente opuestos: la ironía sobre la tradición de Moros y Cristianos, y el apogeo postindustrial del logotipazo; se trata de jerarquizar la presencia y la voluntad estética del diseñador a través de su firma, expresada como una gracia con la que se crea un dibujo de élite. Algunas características inveteradas en la tradición de Montesinos se hicieron presentes también esta vez pero aderezadas con un look sin excesos y donde predominó el lujo y el buen gusto. Y no se puede dejar de hablar de las espléndidas series en blanco y negro basadas ambas en la seducción masculina y femenina y en lo zíngaro, y donde el uso sobre negro de un fantástico hilo multicolor fue capaz de crear la unidad de autor que quisiera para sí todo modista.

Antes del desfile de Montesinos se produjo la entrega, por primera vez, de los Premios Industria e Innovación que la Generalitat otorgará cada temporada con la idea de afianzar los lazos entre el diseño de moda y la industrial. El premio a la mejor trayectoria anual recayó en Alejandro Saez de la Torre (diseñador de la firma Por Fin!), mientras el galardón a la mejor colección de la pasada edición con las propuestas invernales para este año recayó en Tonuca.

Fue dividido ex aequo el premio de apoyo industrial a las colecciones en materiales, tejidos y fornituras, entre dos empresas de Ontinyent: Ribetes Mora e Hildesa. Finalmente, el premio del apoyo industrial a la presentación de colecciones en estilismo y complementos recayó en la empresa ilicitana Pedro Miralles, que concursó con diseños de Carlos Haro.