Vecinos de Alicante disfrutan de una red de vídeo a la carta
Con la línea ADSL se ve una película en cualquier momento con las mismas funciones que un vídeo
Imagine que no tiene que cambiarse las chancletas de andar por casa para llegar hasta el videoclub y alquilar la película que le apetece. Agarra su mando a distancia y selecciona el título, que comienza en el instante que usted decide, sin necesidad de esperar a la hora del pase como ocurre por ejemplo con las taquillas de las plataformas digitales. Las distribuidoras de contenidos sueñan desde hace más de dos décadas con hacer realidad el vídeo a la carta (video on demand).
La televisión interactiva permite hasta ahora enviar mensajes por correo para aupar a Rosa de España mientras se sale de la pantalla, practicar algún rudimentario videojuego, y alguna cosa más, pero la parrilla televisiva es inalterable.
Un paso más allá en busca de la interacción, el vídeo a la carta permite configurar la programación por el propio usuario a su medida.
Los sistemas actuales desplegados en Estados Unidos pugnan por extenderse. Unos siete millones de hogares disfrutan de este servicio, según varias estimaciones, proporcionado por las compañías norteamericanas Comcast y AOL Time, principalmente.
Prueba española
Desde hace seis meses se ensaya en 600 hogares alicantinos el primero de estos sistemas residenciales en España. La única infraestructura necesaria en los hogares es una conexión ADSL y un descodificador.
A través de una línea ADSL de seis megabits Telefónica sirve las películas al domicilio de los usuarios instantáneamente. La calidad de la imagen, en formato mpeg2, es impecable, aseguran los responsables del proyecto, y a primera vista así lo parece. Un total de 350 kilobits de la línea se reservan para navegar por Internet, ya sea desde la misma televisión o el ordenador -un ancho de banda mayor al ofrecido por las conexiones ADSL domésticas actuales, de 265 kb-.
Difícil navegación
La navegación desde el televisor por los sitios web es dificultosa. El diseño de las páginas se ajusta mal al amplio formato del aparato. La tecnología de Imagenio, como se denomina al proyecto, ha sido desarrollada por Telefónica I+D para su matriz.
El vídeo a la carta ofrece las mismas posibilidades que un vídeo de sobremesa. Mientras vemos a los protagonistas de Tigre y Dragón lanzar sus piruetas en la pantalla, puede detenerse la película o rebobinarla y avanzarla con el mando a distancia.
Una vez que el usuario repasa la cartelera disponible en la pantalla del televisor y compra títulos podrá verlos tantas veces como quiera en las siguientes 24 horas.
Además de vídeo a la carta, el servicio ofrece canales de música y noticias (de momento, sólo procedentes de Antena 3). La instalación del servicio requiere un módem ADSL estándar, un descodificador y un mando a distancia. Telefónica pretende comercializar el servicio por toda España en los próximos meses.
Otro sistema similar de vídeo bajo demanda ha sido desarrollado por la filial de medios de Telefónica, Admira, que lo está implantando en algunos hoteles españoles.
Para desplegar el sistema, Telefónica necesita habilitar las centrales de telefonía con servidores que almacenen las películas. En Madrid, por ejemplo, hay 10 de estas centrales, otras tantas se encuentran en Barcelona, y el resto, hasta llegar a 11.000, se reparten por toda España.
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