Respaldo unánime del PSOE de Sevilla al cese de Carmelo Gómez

La ejecutiva provincial del PSOE de Sevilla dio ayer su apoyo unánime a la destitución del concejal Carmelo Gómez como delegado de Hacienda, Personal y Distrito Macarena. Gómez, que es vicesecretario de la ejecutiva, no acudió a la reunión ni justificó su ausencia, según aseguró después el secretario general, Luis Navarrete, quien insistió en que Gómez está en la ejecutiva a propuesta suya y que no le va a pedir que dimita. En su informe ante el pleno de la ejecutiva, Navarrete hizo, a juicio de algunos dirigentes, autocrítica, al asegurar que se debía haber actuado antes.

Luis Navarrete informó ayer formalmente a los demás miembros de la ejecutiva provincial de la decisión del alcalde de Sevilla, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, de destituir al concejal Carmelo Gómez de las delegaciones municipales que tenía asignadas. Ambos mantenían una incompatibilidad manifiesta desde hace más de un año, situación que estalló definitivamente el jueves cuando el alcalde firmó su destitución. Navarrete explicó a la ejecutiva su respaldo 'sin ningún tipo de fisuras' a la decisión del alcalde y la ejecutiva apoyó 'unánimemente' la postura del secretario general. El cierre de filas, en una ejecutiva monocolor y a las puertas de unas elecciones, era lo previsto por los dirigentes sevillanos.

La ausencia de Gómez en la reunión de ayer, que estaba convocada desde el pasado miércoles, un día antes de su destitución, no sorprendió al resto de la ejecutiva, pese a que personas de su entorno comunicaron que acudiría. El edil argumentó 'compromisos familiares de última hora' para ausentarse. Gómez tampoco fue a la anterior comisión, celebrada el lunes 9 de septiembre, en plena crisis municipal por una supuesta reunión de ocho concejales del PSOE en la que él estuvo presente y en la que se oyeron fuertes críticas contra el también delegado socialista Blas Ballesteros.

Navarrete reconoció ayer que Gómez no había avisado de que no iría a la ejecutiva, algo que sí hicieron otros compañeros. 'Habría que preguntarle a él por qué no ha venido', advirtió el secretario general, 'estaba convocado, pero no sé por qué no ha asistido'. Navarrete insistió en el apoyo unánime de la dirección a la destitución de Gómez como delegado municipal, pero subrayó que el concejal sigue teniendo su confianza 'para ejercer el trabajo que tiene que desarrollar dentro de la ejecutiva'. 'Una cosa es el trabajo en el Ayuntamiento y otra dentro del partido', explicó Navarrete, quien, no obstante, advirtió de que 'habrá que preguntarle a Gómez cuál es su actitud'.

Navarrete y Gómez no han hablado desde el pasado día 20, por tanto, insistió ayer el secretario, ni Gómez le ha dicho 'si piensa seguir o no', ni él le ha pedido que dimita de su cargo en la ejecutiva, una posibilidad que el secretario general dice no plantearse por el momento. 'Es una decisisón que tiene que tomar él', subrayó Navarrete, quien recordó que, según el reglamento del partido, el vicesecretario tampoco puede ser destituido.

Respecto a los supuestos amplios apoyos que el delegado defenestrado aglutina entre la militancia de base, Navarrete aseguró estar convencido de que 'la gran mayoría de la militancia' apoya la decisión del alcalde así como el respaldo unánime que ayer adoptó la ejecutiva. De hecho, desde que Gómez fue destituido se han producido llamadas de dirigentes considerados afines al concejal desmarcándose de sus posiciones, según algunas fuentes. 'Se está produciendo una realineación de la gente, aunque todavía es pronto para saber si esto irá a más', afirmó un experimentado dirigente, que vaticina 'turbulencias orgánicas' ceñidas a Sevilla capital.

A juicio de algunos dirigentes, Navarrete usó un tono autocrítico en la presentación de su informe ante la ejecutiva al afirmar, según estas fuentes, que 'había que haber actuado antes y con más firmeza'. Navarrete utilizó en favor de sus argumentos el apoyo explícito de los críticos de Sevilla -que lograron un 35% de votos en el último congreso- al cese de Gómez.