España inicia la reducción escalonada de sus tropas en Kosovo

'El día que yo me case ha de ser por gusto mío...'. El estribillo de una canción de tuna universitaria, cuya música utilizó en un anuncio una conocida marca de quesitos, fue entonado por el Príncipe el miércoles por la noche, junto a otras canciones populares, acompañado por una guitarra, al término de su visita a Mostar (Bosnia-Herzegovia). La anécdota refleja el ambiente distendido que rodeó la estancia de don Felipe en los Balcanes, en la que actuó no sólo como heredero de la Corona, sino compañero de muchos de los militares destinados en la zona.

Incansable, derrochando simpatía, el Príncipe recorrió las dependencias de los cuarteles generales españoles de Mostar e Istok (Kosovo). Saludaba a cada grupo, les transmitía personalmente el agradecimiento del pueblo español por la tarea que realizan, les decía que era consciente de lo duro que resulta encontrarse tan lejos de sus hogares y, al final, se fotografiaba con ellos.

Ayer por la mañana llegó a la nueva base española de Istok, que inauguró su padre, el Rey, el pasado 29 de mayo, con motivo del Día de las Fuerzas Armadas, y en el que ya se ha instalado una compañía, aunque aún pasará algún tiempo antes del traslado definitivo. La visita del Príncipe coincidió con el relevo de la Agrupación Galicia, que llegó a la zona a final de marzo, por la Aragón, cuyo coronel asumirá mañana el mando.

En sus breves palabras en el salón de actos del cuartel, aprovechó para despedir a los que ya se marchan y dar la bienvenida a los nuevos. 'Quisiera que los que volvéis a casa vayáis contentos por la satisfacción del deber cumplido', afirmó tras felicitar a todos por su trabajo en pro de la recuperación económica, y sobre todo social, de una región que quedó físicamente devastada y espiritualmente escindida por la guerra de 1999.

El relevo de la Agrupación Galicia se ha aprovechado para reducir en una compañía el contingente español, que pasa de un total de 1.300 efectivos a menos de 1.200. Está previsto que la división suroeste, que lideran los italianos y de la que forman parte las tropas españolas, se unifique con la sur, bajo mando alemán. Más importante es la reducción prevista por el Reino Unido, que pasará de 3.700 efectivos a 2.000. Los planes de la OTAN suponen pasar de los 30.000 soldados actuales a 15.000 en todo Kosovo en 2004 y a sólo 7.000 en el 2007.

Antes habrá que superar una serie de pruebas. La inminente son las elecciones municipales del 26 de octubre. La fase más crítica se producirá después, cuando tengan que constituirse los nuevos ayuntamientos, con representantes serbios, en ciudades donde son muy minoritarios, como Prístina.

En la zona de responsabilidad española se encuentran los únicos reasentamientos de serbios realizados hasta ahora, los de Osojane y Bica, con 270 y 57 habitantes respectivamente. Aunque la reconciliación de serbios y albaneses avanza, según el comandante Manuel Badas, responsable de las relaciones con la población civil, los primeros aún viven en guetos y necesitan protección cuando quieren circular fuera de ellos. Por todos estos problemas se interesó el Príncipe durante la exposición que le hicieron ayer los máximos responsables de la Fuerza de la OTAN en Kosovo.