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Reportaje:

Protesta sobre el asfalto

Más de 300 personas participan en el primer día de la marcha contra el 'decretazo'

'Anda, anda, échate para dentro, que te van a afeitar gratis'. Es lo que decía ayer, agarrando a un compañero por el brazo y colocándolo fuera del alcance de un camión enorme que pasaba lanzado, uno de los más de 300 participantes en la marcha de protesta contra el decretazo: una caminata reivindicativa que debe llegar a Madrid el próximo 5 de octubre, y que cubrió ayer sus primeros 30 kilómetros, en la etapa Córdoba-El Carpio, un municipio de apenas 5.000 habitantes situado al norte de la capital.

No es un paseo. En coche, 15 minutos; a pie, más de siete horas. Y todo el camino se hace por carretera, sobre un asfalto duro y desagradecido que hay que compartir con coches, humos y ruidos. En teoría, por razones de seguridad, los manifestantes, llegados de las ocho provincias andaluzas, tenían que disponerse de dos en dos y avanzar ordenadamente por el arcén. En la práctica las filas se rompieron muy rápido, y los caminantes formaron grupos de tamaño cambiante, como en una romería o una excursión. ¿Por qué? 'Por experiencia', explicaba Ildefonso Roa, de Comisiones Obreras de Sevilla. 'Hemos hecho muchas marchas y sabemos que el arcén siempre está inclinado, aunque parezca llano. Luego uno carga una pierna más que otra, se desequilibra la articulación y duele'.

En primera línea, a la velocidad del rayo, Cándido Méndez, de UGT, José María Fidalgo, de CC OO, y los representantes sindicales andaluces. Esforzándose por mantener el ritmo a fuerza de zancadas largas, banderas ondeantes y espíritu de protesta, los demás. Las brigadas de avituallamiento reparten agua mineral, fruta y bocadillos, pero si uno se para a masticar mejor, la comitiva lo deja atrás. Sobre las 11.00 adelantan un cartel que dice 'Madrid 399' y una fábrica de cervezas, y preguntan si no van a repartir unas pocas. 'Sería un detalle'. Pero no hay suerte.

Muchos recuerdan ocasiones anteriores. 'En la marcha por el empleo en Andalucía, de Izquierda Unida, nos dieron un puchero de garbanzos...', con nostalgia. 'En la marcha de Santana hacíamos un kilómetro en 11 minutos', con aire épico. Cuando llega la hora de almorzar han recorrido las tres cuartas partes del camino, y están, en general, destrozados. Méndez y Fidalgo aparecen sonrosados y sudorosos, buscando sombra. La comida es buena ('parece una boda', se oye decir). Luego, un grupo hace cola ante la ambulancia aparcada junto al restaurante de carretera. Casi todos tienen ampollas: la enfermera les cura y se van, cojeando y tratando de reintroducir los pies hinchados en las zapatillas. Otros encuentran refugio bajo un olivo y duermen, dejando las banderas apoyadas en el tronco.

La llegada a El Carpio, a la caída de la tarde, es un triunfo. 'Nos ha costado mucho trabajo', confiesa Antonio Tutor, de Cantillana (Sevilla). Pero ahí están. Anoche durmieron en el Polideportivo Municipal; hoy les espera Jaén.

Resurge el 20 de junio

Si esta marcha sale de Córdoba es porque aquí el decretazo tiene 'un suplemento de crueldad', explicó ayer José María Fidalgo, líder de CC OO. 'Sabemos que en esta provincia, y también en el resto de Andalucía, mucha gente ha perdido sus derechos, sobre todo los trabajadores del sector agroalimentario'. Por eso esta primera jornada de protesta se dedicó al campo. 'No vamos a asumir ninguno de los recortes de derechos, injustos e injustificables', advirtió Fidalgo. 'Nada se arregló con el decretazo, ni la situación económica de nuestro país, ni nuestra capacidad de competir, lastrada por un incremento de los precios, que incorporan empresarios sin conciencia que se lo llevan crudo y amenazan el empleo del futuro'. En la misma línea, el secretario provincial de CC OO en Córdoba, Francisco Ferrero, recordó: 'el conflicto social que atravesamos no lo hemos propiciado nosotros, y sólo se acabará cuando desaparezcan las causas que lo motivan'. El gobierno del PP, añadió, 'debe retirar o modificar profundamente el decretazo, y hasta que no se consiga este objetivo continuarán las acciones sindicales unitarias'. Para Cándido Méndez, en representación de UGT, esta marcha es 'la continuación del 20 de junio, y muy oportuna, porque el decretazo está en pleno debate parlamentario'. 'Ayer se solicitó que compareciéramos ante el Parlamento Fidalgo, yo y Cuevas , para dar nuestra opinión y alternativas al decretazo; y el Partido Popular nos vetó, vetó la presencia de las dos organizaciones sindicales más representativas de este país, y que tenemos el depósito de confianza de 10 millones de trabajadores que secundaron la huelga general', dijo Méndez. A su vez, Jesús Comino, secretario provincial de UGT en Córdoba, señaló: 'todas las reclamaciones que nos llevaron a convocar la huelga del 20-J siguen vigentes'. Y añadió que 'los efectos lesivos del decretazo comienzan ya a dejarse sentir sobre la población'. Rosa Aguilar, alcaldesa de Córdoba, reclamó del Gobierno 'la sensibilidad suficiente para sentarse con los sindicatos, dialogar y buscar espacios de concertación social', y reiteró que el decretazo está creando más desempleo, algo especialmente grave para Córdoba, con niveles de paro preocupantes. 'No podemos retroceder', sentenció.

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