Bergara anuncia que la 'Supersur' empezará a construirse en 2005

Josu Bergara anunció ayer que la nueva gran variante de Bilbao -la Supersur, una autovía de peaje de 14 kilómetros y 282 millones de euros de coste- empezará a construirse en el primer semestre de 2005. El diputado general vizcaíno apenas se refirió, en el pleno de política general, a los pactos para aprobar los próximos presupuestos. El PSE, con el que se ha logrado un acuerdo este año, se mostró 'abierto al entendimiento'.

Bergara compareció en la Casa de Juntas de Gernika en la última sesión de política general de la legislatura y centró la mayor parte de su intervención en exponer las actuaciones de estos tres últimos años. Aseguró que su equipo de gobierno ha cumplido 'prácticamente la totalidad' de los compromisos adquiridos en 1999, salvo en el asunto de la pacificación, cuya evolución, dijo, 'ha sido francamente negativa'. En su discurso resaltó especialmente la treintena de residencias para la tercera Edad y discapacitados que se ha promovido, con una inversión de 180 millones de euros. Los centros empezarán a abrirse a partir del próximo año.

Destacó ambién el nuevo plan de accesos al área metropolitana, con un coste de 465 millones de euros, y cuyo eje principal es la construcción de una gran variante. Se trata de una autovía de pago que discurrirá entre los municipios de Arrigorriaga y Trapagaran -paralela a la actual A-8 tras los montes que circundan Bilbao-, un proyecto gestado la década pasada para desatascar la autopista Bilbao-Behobia a su paso por la capital. Bergara dijo que el próximo año se harán los estudios geotécnicos y medioambientales, de forma que las obras comiencen en el primer semestre de 2005 y la Supersur entre en servicio tres años más tarde, en 2008.

El diputado general apenas se refirió a cómo piensa aprobar los próximos presupuestos forales y se limitó a ofrecer 'la posibilidad de un diálogo con los grupos de la oposición'. La pacificación ocupó la última parte de su discurso, en el que insistió una y otra vez en el diálogo. Valoró positivamente el pacto presupuestario con EH en 2000 y destacó que Euskadi 'sigue sin cerrar un problema político'. Apuntó como solución 'un compromiso de respeto mutuo que nos permita cerrar las desconfianzas y desencuentros que comenzaron en el XIX'.

La oposición se mostró crítica con Bergara. Carlos Olazabal (PP) centró su intervención en el problema de la violencia y denunció que el hecho de que todos los cargos públicos de la oposición tengan que llevar escoltas es un 'hecho insólito que no sucede ni en Colombia'. También reprochó a Bergara que no haya ejercido 'liderazgo político'.

Josu Montalbán (PSE) anunció que su grupo continuará 'con una actitud abierta y predispuesta a los entendimientos', en referencia a posibles acuerdos con PNV y EA, pero señaló que la distensión lograda el pasado año 'ha comenzado a deteriorarse de nuevo' por la actitud de los peneuvistas con la ilegalización de Batasuna. Desde IU-EB, Raquel Modubar censuró la política social de la Diputación.

La portavoz de Batasuna, Maite Barreña, fue expulsada tras quedarse en silencio durante su intervención para protestar por la actual situación política y negarse luego a abandonar la tribuna.