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Bruselas renuncia a aplicar sanciones contra EE UU en la guerra del acero

La Comisión Europea se decanta por agotar las negociaciones

La Unión Europea (UE) ha renunciado formalmente a imponer sanciones contra Estados Unidos en el conflicto del acero. La Comisión Europea propuso ayer a los representantes de los Estados miembros en Bruselas que no se activen las medidas comerciales de castigo -valoradas en 378 millones de euros- porque considera que lo importante ahora es seguir negociando 'para conseguir el mayor número de exclusiones' al arancel que se aplica desde marzo en las fronteras estadounidenses al acero importado europeo.

Los ministros de Exteriores de la UE refrendarán el pacto alcanzado ayer en la reunión del Consejo de Asuntos Generales el próximo lunes. Los Quince aseguran que seguirán manteniendo 'la presión adecuada' para reducir al máximo 'los efectos negativos' de las medidas proteccionistas estadounidenses. Pero también dejan claro que la renuncia a la aplicación de las sanciones inmediatas no impide que, en el futuro, la UE pueda echar mano de esta posibilidad de castigo si la Organización Mundial de Comercio (OMC), dentro de un año, considera ilegal el arancel y Washington no decide retirarlo. Ante esta eventualidad, la UE tiene previsto aplicar sanciones comerciales a una lista de productos estadounidenses valorada en más de 600 millones de euros.

En julio, la UE ya decidió 'aplazar' por segunda vez hasta finales de septiembre la posibilidad de aplicar sanciones -en forma de aranceles de hasta el 100%- a una lista corta de productos estadounidense valorada en 378 millones de euros a la espera de ver qué nuevas concesiones iba a ofrecer EE UU durante el verano. El 23 de agosto pasado llegó a Bruselas desde Washington un último paquete de exclusiones que doblaba las concesiones a la aplicación del arancel ofrecidas hasta julio.

La Administración Bush ha concedido hasta la fecha exclusiones a la industria siderúrgica europea por valor de 600 millones de euros, equivalentes al 60% de las exportaciones europeas de acero hacia el mercado estadounidense. Bruselas se declara 'satisfecha', aunque espera más concesiones de Estados Unidos.

Nuevas concesiones

De hecho, el comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy, confía en que gracias este nuevo gesto político de la UE, Washington ofrezca nuevas concesiones a la industria europea.

Lamy informará el lunes a los ministros sobre todos los avances conseguidos desde julio y las posibilidades a corto plazo. 'La estrategia que hemos mantenido hasta ahora ha dado sus frutos y optamos por continuar con ella, en lugar de recurrir a las sanciones', indicaron fuentes comunitarias. 'Es lo que creemos que va en la línea de los intereses europeos y de nuestra siderurgia', añadió. Bruselas pedía a Washington hasta ahora 2.400 millones de euros para compensar el cierre de su mercado.

La UE evita así el conflicto comercial abierto con EE UU por dos frentes, en plena crisis económica y con una guerra en Irak a las puertas. Se da además la circunstancia de que las exclusiones que viene ofreciendo la Administración Bush durante los últimos meses están relacionadas con productos de acero especiales que necesita urgentemente su industria para retomar la actividad económica y funcionar, y que la siderurgia estadounidense no está en condiciones de producir por su mal estado.

Además, la evolución a la baja del dólar en el mercado internacional de divisas está penalizando las importaciones porque hace más caro el producto que le llega desde Europa.

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