Teófila versus Arenas

En política, al igual que en muchas situaciones de la vida cotidiana, se intenta huir del refrán castellano que dice: 'No salir de Guatemala para ir a Guatepeor'; lo que es reafirmado por ese otro que dice: 'Más vale malo conocido que bueno por conocer'. ¿Se pueden aplicar estos refranes a la sucesión de Javier Arenas como presidente del PP y candidato a la Junta de Andalucía por Teofila Martínez y viceversa? Veámoslo.

Arenas ha sido un político viajero. Desde sus comienzos en las juventudes de la UCD pasó al PDL para, tras lo que parece ser una intentona fallida en el PSOE, recalar en el PP. Teófila, en cambio, siempre ha permanecido en las filas del PP, desde los tiempos en que éste se denominaba AP.

Arenas es una persona a la que le gusta tener a la gente alrededor, sobre todo jóvenes, con los que forma equipos que le son fieles. Las decisiones las toma consultando a los suyos y haciéndolos participar. Teófila es pura individualidad. Nunca ha tenido ni tiene un equipo. Ella o da órdenes o se inhibe para no ser la responsable.

Arenas en su trato es una persona abierta, agradable y simpática que parece estar siempre de buen humor. Se hace querer e inspira confianza en su gente. De hecho, pocos, por no decir ninguno, le han abandonado por estar en desacuerdo. Teófila es reservada, nada abierta e inspira muy poca confianza y seguridad en los suyos. Le ocurre todo lo contrario, su vida política desde sus comienzos está jalonada por abandonos sonados (El Puerto de Santa María, Cádiz, Córdoba, Almería etc.) y por los que callan.

Arenas es voluble en sus planteamientos y le cuesta tomar algunas decisiones. Es de los que prefiere dejar dormir los problemas para ver si así desaparecen. Teófila es todo lo contrario, no le tiembla la mano. Cuando tiene que tomar decisiones las toma, es inflexible.

Arenas es un político hábil, maneja bien la oratoria y sabe poner el acento en aquello que le puede producir más réditos. Sabe mentir, algunas veces parece un trilero. No practica el insulto aunque sí la descalificación. Teófila tiene una oratoria dura e intempestiva que raya constantemente en el insulto al adversario. Parece que no miente, pero es todo lo contrario, ya que utiliza la teatralidad y el gimoteo para hacerlo.

Arenas hace honor a ese otro refrán que utiliza su apellido: 'Dar una de cal y otra de arena'. Ataca al adversario duramente pero luego es capaz de mantener una relación fluida y distendida con el mismo. Teófila es toda 'cal viva'. Para ella el adversario es un enemigo y, como tal, nada de arena, ni siquiera agua, es decir, no se relaciona.

¿Quién es Guatemala y quién Guatepeor? Pues depende de que la obra necesite más 'cal' o más 'arena'. Que cada uno juzgue pero, por favor, políticamente.